Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción


Sorprendido !!!
Esa fue mi primera impresión del acto. Sorprendido por ver como mi queridísimo cuñado se desencadenaba y sacaba a pasear el corazón tan grande que tiene dentro, y no es de extrañar cuando delante tienes a mi cuñada, una persona que se deja la vida por complacer a los demás, que cuida los mínimos detalles para que cualquiera de nosotros nos sintamos protagonistas de su día.
La semana previa no se les notaba muy tensos, ni nerviosos, porqué disfrazaban sus sentimientos, querían adornar la boda con detalles que nos hicieran partícipes de su alegría, y ese esfuerzo a Manu, unos días antes le creo un momento de temor e inquietud, lo que me hizo temer que el sábado se desplomase por lo preparativos. Pero ese temor se difuminó cuando la novia salió del coche, caminaba tranquila y segura, dirigiéndose a la entrada de la iglesia con decisión y firmeza, pero ante todo elegante, guapa y feliz.


Dentro le esperaba un novio refinado, nervioso, inquieto y preocupado, que suspiraba por ver a su futura mujer, cogerla de la mano y tranquilizarla.
Soltados los nervios iniciales la ceremonia resulto bonita, "internacional" (Danni te mereces un 10 en español) y emotiva, donde los novios confirmaron su amor y donde nos mordimos el labio para no empezar a gritar "que se besen, que se besen...". Mas tarde en el salón disfrutamos de una buena cena, donde con el paso del tiempo los novios nos mostraron su afecto y donde se pudo ver caricias cómplices entre ellos. Donde se desvanecieron los miedos y cada cual volvió a se uno mismo, donde la novia mostraba su sonrisa sincera y el novio recuperaba su guasa.


Solo me hace falta decir que me alegro muchísimo de que todo saliese bien y ser espectador de un momento tan bonito.

FELICIDADES !!!

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