Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

El término Tao Yin significa Camino Interior o Camino de la Energía. Está constituido por un conjunto de ejercicios físicos medico-preventivos basados en las enseñanzas filosóficas taoístas, que estimulan el organismo con el objetivo de mantener el cuerpo en buena salud y ser la base de cualquier práctica taoísta, como el Chi-kung y el Tai Chi.
El Tao Yin es el ejercicio más antiguo de la Medicina Tradicional China. El paso previo a la práctica de Chi Kung y Tai Chi. Antiguamente se practicaba bajo prescripción facultativa ya que prevenía y curaba enfermedades agudas y crónicas. Reestablece la estructura mecánica del cuerpo porque trabaja con la musculatura interna, los tendones y meridianos. Son ejercicios sencillísimos que enseñan a dirigir la energía a cualquier zona afectada, física, mental o emocionalmente. El objetivo esencial de Tao Yin es crear equilibrio combinando fuerza, flexibilidad y energía interna. Hemos constatado con la práctica, que los ejercicios del Tao Yin puede aportar mejoras determinantes en la salud de los practicantes, incluso en alumnos con muchas patologías, nos lleva por el camino de la recuperación de nuestro propio ritmo. Con la aplicación del “trabajo Yin” introducimos suavidad y firmeza, relajación y fuerza, elasticidad y garbo a la dinámica corporal. El aprender a moverse respetando la respiración, cadencia de inspiración y exhalación, unidos a una justa fuerza en tendones y músculos, permite devolver al cuerpo un estado completo de armonía. Esto es muy relevante en nuestra salud. La enfermedad suele aparecer a consecuencia de una perdida de equilibrio a nivel físico, químico o emocional. El recuperar capacidad de adaptación al organismo es un paso fundamental en la conquista de la salud.  Una clase de Tao Yin nos permite habitar nuestro cuerpo, darle un contenido saludable. De esta manera estimularemos la secreción de endorfinas, con lo que las sensaciones pasaran a ser positivas, y nuestro estado de ánimo mejorará automáticamente.

Tras saltar las alarmas en la revisión anual de septiembre de mi patología respiratoria, decidi buscar alguna actividad que me hiciese serenar, relajarme y aprender a controlar la respiración. Lo importante era evitar subir la dosis de inhalador y ante todo llegar a recurrir a los corticoides, por ello busqué algo que me ayudase a educar mi aparto respiratorio, y para buscar existe "San Google", y después de pinchar aquí y allí, en unas de las páginas encontré el Tao Yin, una disciplina desconocida para mí, pero que supone un pilar para el más conocido Tai Chi. Por ello, me busqué una compañera de actividad y este martes Luisa y yo asistimos a nuestra segunda clase de Tao Yin.
Con la poquita práctica (sólo dos horas), puedo ir sacando alguna conclusión; la primera de ellas, es que estoy contentísimo de los pequeños resultados obtenidos, es increíble la sensación y serenidad con la que sales de la clase, las tensiones se han omitido y uno llega a sentirse más liviano, recuperando cierta flexibilidad que los músculos habían olvidado. Pero ante todo es poder dedicar una hora a escuchar a tu cuerpo y sentirlo, algo que olvidamos hacer con el frenesí diario. Y todo ello sin hablar de los beneficios respiratorios, los cuales compruebo que me llevarán más tiempo del imaginado, pues después de todo supone educar al cuerpo a respirar y si algo soy; es un poco cabezón.

Por lo demás, sigo con mi fase de "reseteo", aumentando kilómetros semanales, sumando más tiempo total, y haciendo alguna sesión de fartlek y ha estas alturas del año; capas. Capas de ropa para evitar el frío; porque en las últimas cinco salidas no he pasado de los 4 grados de temperatura y me está costando habituarme a estas temperaturas, teniendo que sacar del armario las mallas largas y la segunda capa de invierno.
Y para combatir el frío una buena onza (o más) de chocolate todas las noches. La recompensa del día.


Otra manera de conquistar mi camino interior.

29/11/11
Run: 7,8 km en 0:50:43 (1º km en 11:41) 1ºC / Triumph 7
30/11/11
Run: 4,85 km en 0:30:15 (1º km en 8:30) 1ºC / Triumph 7



Como he disfrutado con el vídeo.

Es curioso como un pequeño despiste te trastoca y te hace ir a remolque y con la lengua fuera durante toda la semana.
Como sigue siendo habitual el martes con casi media hora de adelanto en una de mis constantes volteretas en la cama, me desperté e instintivamente miré el despertador para ver cuanto tiempo quedaba para que sonara el despertador, ¡Todavía puedo seguir durmiendo un ratillo!; pero para cuando quise volver a abrir los ojos era demasiado tarde, después de comprobar que olvidé activar la alarma. Por lo que el entreno del martes lo perdí, aunque con la intención de recuperarlo el jueves saltándome el día de descanso algo que el sentido común unos días después me hizo replantearme y asumir que entreno perdido es igual a descanso merecido.
Semanilla de acumulación, con entrenos de carga, con sesión de pesas y tirada larga buscando terreno blando y añadiendo cuestas, y para soltar piernas una sesión de saturday's bike.
Una semana como otra cualquiera sino fuese porque he incorporado una novedad, una sesión semanal de una disciplina taonista, de la cual hablaré en unos días, pues necesito más tiempo para asimilar, conocer y poder hablar de ello.

23/11/11
Run: 6,02 km en 0:45:12 (1º km en 14:17) 12ºC / Triumph 7
25/11/11
Run: 6,97 km en 0:45:03 (1º km en 9:02) 3ºC / Triumph 7
26/11/11
Bike: 30,72 km en 1:32:21
27/11/11
Run: 12,11 km en 1:10:29 (1º km en 6:35) 2ºC / Triumph 7

Buscando una de las canciones que consiguieron motivarme el sábado en una de las subidas he descubierto a Kelsey Snowdon ¡Para gusto, colores!



Kelsey Snowdon

El fin de semana se ha adelantado esta vez –refiriéndome al apartado de entrenos, se entiende–.

Durante la semana seguí con el plan diseñado por mi, basado y proyectado con un corta-pega de aquí, otra parte de allí, etc., y con la suposición de que empiezo a conocerme (a estas alturas de mi vida!!).
Por ello el viernes me levanté con las pocas ganas habituales pero con la sensación de que las piernas comienzan a asimilar la carga de estos días iniciales, la intención era llegar a los cuarenta minutillos marcados como límite en entrenos entre semana e intentar un ritmo cómodo que me facilitara en entreno de fuerza de por la tarde. Pero con tranquilidad se lo tomó mi compañero de entrenos (el garmín), el cual tardó casi un cuarto de hora en marcarme el primer kilómetro de la mañana. Además sorprendentemente esta mañana no hacía casi nada de frio y me ha tocado sudar como un pollo, para realizar al final 5,54 km en 0:41:31 (1º km en 14:33) 12ºC / Triumph 7.

Por la tarde me he acercado al gym, para confesarle a la monitora el motivo del porqué quería pasar alguna tarde a la semana entre ésas cuatro paredes, rodeado de músculo, de sudor y de miradas desafiantes; mientras le relataba, ella me miraba con compasión como intentándome decir "¿pero que necesidad tienes?", después me ha dado un circuito básico de aparatos, acompañado de algunos consejos en su realización; los cuales e intentando saltármelos lo menos posible. Esta fase del entreno es la que menos me gusta, aunque aporte muchísimos beneficios, y la explicación es sencilla me encuentro desubicado entre esas paredes, y sólo disfruto de la última fase, después de los aparatos y terminas con la fase de cardío corriendo en la cinta.

El triumvirato !!!


Sábado por la tarde, casi recién llegado al pueblo, toca comida rápida e intentando no abusar, pues había quedado a las cuatro con JCarlos e Ismael para ir a entrenar al monte, así matábamos dos pájaros de un tiro, evitábamos las posibles lluvias previstas para el domingo y aprovechábamos la hora de la siesta para trotar e interferir lo menos posibles en labores familiares. Llegada al monte, y sin perder tiempo comenzamos a correr, tal eran las prisas que el garmín no lo había encendido y ya estábamos dando las primeras zancadas. El ritmo suave pero no muy continuo según el tema de conversación el ritmo variaba, y aunque intentaba hacer de paquete evitando así que el ritmo fuese demasiado alegre, pues me sentía pesado por el estomago, con la sensación de no haber realizado la digestión, pasada la primera media hora noto las primeras malas sensaciones, las piernas las noto bien y la sesión de pesas del viernes no pasa factura, sin embargo haber comido con ansiedad y algo tarde me hace parar con 8,6 km en 0:53:49 (1º km en 9:29) ? / Triumph 7, les digo a mis compañeros que sigan que al volver seguimos juntos, mientras espero y tomo algo de aire, compruebo que el aire me deja frío y para evitar un costipado comienzo a trotar pero observo que voy a ser incapaz de seguir el ritmo de ellos y para no estropearles el entreno decido volver al coche trotando lo más suave posible para evitar el enfriamiento, adelantándome éstos al final del entreno (segundo sector: 3,1 km en 0:20:45 (6:42)). Entreno agradable en buena compañía que inyecta motivación para el resto de la semana.

Día precioso de lluvia desde la ventana.


La semana va de consultas, consultas profesionales.


La cita del martes la tenía pendiente desde el pasado mes de marzo mientras preparaba el maratón, con la acumulación de kilómetros, los pies sufrieron infinidad de ampollas y las consecuentes uñas negras, etc., pero como no hay quien me toque los pies, o mejor dicho no dejo que me los toquen, para evitar el baile compulsivo y las consecuentes muecas sugestionadas por el roce, decidí hacerme autosuficiente; gracias en parte, a la experiencia conseguida con el camino de Santiago y lo aprendido observando a Luisa. Pero esta vez me he tenido que rendir y acudir al podólogo, pues una de las uñas me daba problemas e incluso me producía cierto dolor y tengo que reconocer que la experiencia engancha, eso sí mordiéndome el labio para evitar gritar y soltar algún movimiento epiléptico de la pierna al sentir cierto cosquilleo.
Pasada la vergüenza del primer momento al ver los pies y de darle mil excusas de porqué no había ido antes, me sumergí en un profundo silencio solo roto por ciertos monosílabos con los que intentaba no perder la concentración en evitar dar algún grito de nerviosismo.
Por la mañana sesión de carrera para hacer 5,3 km en 0:40:18 (1º km en 12:49) 7ºC / Jazz 12.

Foto obtenida de http://www.traveliux.com/ver_galeria.php?x=36


Y hoy he vuelto a pasar por la consulta de alergología, y tengo que confesar que no con cierto temor y algo nervioso; preocupación que no se ha desvanecido durante este mes. Durante un rato me ha tocado esperar pues enfermería no había comenzado, y durante el tiempo de espera entre repetición de pruebas, he intentado relajarme oyendo música, pero sin embargo han sido unas niñas las que han conseguido tranquilizarme y dibujarme una mueca, escuchando como comentaban a su abuela y sus madres respectivas, la realización de la espectrometía "¡a mí me cuesta mucho subir el pájaro!", le comentaba una a la otra, mientras que las madres le intentan dar todo tipo de mimos y atenciones, para que noten que ellas les acompañan; al salir la enfermera y llamar a Marga, la niña con el pelo rubio rizado, ha dado un salto nervioso y con un andar muy resuelto se ha dirigido velozmente a la silla adelantando entre las piernas a la enfermera; la pequeña tenía prisa se había perdido la excursión del cole y quería volver pronto a casa. 
Y observando este tipo de escena, es inevitable que recuerde a mis padres acompañándome de niño a nuestras visitas a Ciudad Real; visitas largas, aburridas y llenas de incertidumbres, donde recuerdo a mi padre sentado, callado y con un gesto nervioso aun lado mío y mi madre angustiada por mi sufrimiento al otro. Aún creo que ambos sufren cuando me oyen decir que voy a preparar el maratón o correr tal carrera y recuerdan mis ataques de asma.
Antes de ir a la Fundación esta mañana tocaba sesión suave para acostumbrar al cuerpo a 4 sesiones semanales de entreno: 3,5 km en 0:30:05 (1º km en 14:18) 5ºC / Jazz 12.

Fundación Jiménez Díaz.

El sábado descansé, decidí no poner el despertador, y mientras desayunaba, cambié de planes y volví a tomar la bici como compañera de jornada. Debido a que salí tarde e intentando no cargar demasiado al cuerpo, me lo tomé con cierta tranquilidad e intentando pisar el asfalto lo menos posible, pues el terreno estaba algo blandito, lo que permitía jugar con los senderos y olvidarme de subidas u fuerza. Además disfruté viendo los colores otoñales de las hojas de los arboles y es que en estas fechas la CdC está muy bonita y como estas al caer tiñen los senderos de amarillos y ocres vivos.
En total: 32,62 km en 1:32:21 una media de 21,2 km/h

Que serenidad deja, observar y respirar profundamente.


La experiencia exótica del finde de semana fue probar por primera vez la comida japonesa, eso sí, como llevábamos tiempo deseando probarla y nos acompañaba un bilbaíno de pro, que no falte comida, nos decidimos por un menú degustación sin limite de número de platos, empezando con las ensaladas de algas, la tempura de verduras, los rollos, el sushi, los california, siguiendo con los tallarines, los arroces, los nakis, shumais... y no se que más, porque llegue a peder la cuenta de los platos que había probado y ante todo de sus nombres, y gracias a que no mezclé con salsa y pude distinguir si había probado una cosa u otra. Total que nos quedamos sólos en el restaurante intentando dejar lo menos posible de comida sobre la mesa y llevándonos los palillos a casa para practicar para la próxima vez. 

El cocinero es mejor que el fotógrafo.


El domingo amaneció con dudas (aunque la ingesta de hidratos de carbono anoche fue abundante), las piernas las notaba algo cansadas de esta semana y no me apetecía nada volver a salir a correr, por lo que busqué plan para pasar la mañana, sin embargo el cielo empezó a cambiar y volverse más oscuro por lo que observando la climatología, decidí seguir con mis hábitos, calzarme las zapas, ponerme el uniforme y salir a correr como casi todos los domingos; la pega, que el uniforme escogido la noche previa, era para horas más mañaneras, lo que a la larga no me vino mal, pues para evitar quedarme deshidratado, tuve la excusa perfecta para seguir mi plan "casero" de motivación, el cual consiste en bajar el ritmo durante semanas para volver a recuperar la tensión y la adrenalina (ya llegará el momento en el que el cuerpo pida una carrera para soltarla). Pero como la motivación es baja estuve en más de una ocasión de abandonar al observar que las nubes se alejaban y la idea de refrescarme se esfumaba; habrá que recurrir al "chino" de vuelta a casa para hidratarme.
Total running: 8,86 km en 1:00:15 (1º km en 14:21) +17ºC / Triumph 7
Sumando esta semana unos ridículos 21,2 km semanales, !!Para lo que hemos quedado!!!

Os dejo que tengo ejercicios pendientes !!!

Empecemos con un tutorial típico spanish !!!

Hoy once de noviembre de dos mil once, se especula con el número uno, el cual es sinónimo de buena fortuna para los numerólogos y sin embargo el mismo número es para los esotéricos señal de catástrofe, o quizá sea al revés.

Apocalipsis aparte, esta mañana ha sido el segundo día de mi fase de "reseteo" físico y mental, he madrugado con tiempo suficiente para no tener que hacer las cosas con prisa, y una vez vestido y preparado, he bajado a la calle sin el pulsómetro, sin mi toma de Ventolín®, sin gafas, sin lentillas y ante todo sin frío, aunque me haya quedado helado al ver la temperatura en la marquesina del autobús, la cual marcaba +14ºC, sólo he podido exclamar !! cáspita, pues quizá sea hoy el final!!!; al ver la alta temperatura en las fechas en las que estamos.
El domingo pasado en mi día de reflexión profunda tomé la decisión de volver a empezar, olvidarme de la intensidades, los ritmos, los entrenos de carga, etc. y volver a disfrutar de correr, y utilizar el footing como herramienta de descompresión, de este ritmo alocado y frenético del cual me contagio a diario. Por ello, he prestado atención a la zancada, a la postura, a la respiración, pensar en mis cosas y he intentado desconectar observando al cielo, y el juego que se traía éste con las nubes y la luna. 
De vuelta a casa he intentado repetir el mismo circuito que el pasado martes, pero al llegar al punto final he observado que el ritmo ha sido algo más rápido, y decido trotar hasta llegar a casa para completar los casi 2 minutos que me faltaban para completar el entreno, al llegar y para el crono observo con sorpresa que he recorrido la misma distancia, lo cual me da que pensar que puede ser una señal, ¿querrá decir que debo aprovechar el tiempo?, ¿que debo escapar de todo?, ¿que debo hacer cambios?, ¿que debo dejar de correr?, ¿que debo comprar lotería de la ONCE? –¡Eso, será eso!– exclamé durante me duchaba.
Mas tarde, cuando me dirigía al trabajo, al llegar a la esquina y ver al vendedor de la ONCE, he rebuscado entre los bolsillo según me acercaba a él, mientras le preguntaba !uno del once, once, once, por favor!, !A buenas horas, si están agotados desde hace días!!
!! Malditas señales !!! 

Hoy: 6,17 km en 0:40:12 (1º km en 8:28) 14ºC / Triumph 7

Comprobando un libro esta mañana, !no he podido resistir la tentación! 

Han pasado quince días desde la última vez que me calcé las zapas, y durante este período me he dedicado a comer con ansiedad, endulzar el final de la jornada con varias onzas de chocolate, salir un día con la bici y contemplar pasar el tiempo mirando una pantalla del ordenador con cara de abduccido. Y es que es ahora cuando el maratón está pasando factura, no hablo del aspecto físico, sino del psicológico, pues he perdido la ilusión de estos dos años, me cuesta entrenar y no hablemos de madrugar. Además me he visto sin pruebas a corto plazo que pongan un poco de aliciente; quedándome sin dorsal para el Duatlon de Valdemoro y descartando Aranjuez por tener que hacer dos viajes ante la imposibilidad de retirar el dorsal el mismo día de la prueba. Por ello el domingo estuve buscando y rebuscando una excusa para salir a correr con cierta regularidad, pero el cambio de organizador del Maratón de Madrid no me da buena espina, por lo que he decido salir a correr con regularidad y dejar pasar el tiempo y dentro de unos meses tomar una decisión, aunque si esta dependiese de mi estado físico en el entreno del pasado martes la respuesta sería NO.

Marte 8-11: 6,17 km en 0:40:07 (1º km en 6:54) 7ºC / 7 Thriumph



Fotos de archivo, pues ayer con el baño de multitud
 y entre risas no me acordé de hacer fotito.


Ayer decidí, decir sí a Julián, pues ya le había dado la negativa durante muchas veces; bueno eso y que hubo cambio de planes y salíamos con la bici por la CdC. Como era festivo en Madrid, Julián convocó "kedada" para pedalear un ratillo y charlar durante un buen rato, el punto de concentración fue Lago. Al llegar me encontré con Alberto el cual le costó reconocerme "Con estas pintas aún no nos conocíamos!!!", llegando los demás a continuación (excepto Ernesto que llevaba tiempo por allí pero al no conocerlo...) Julian, Eladio, Carlos y Rodrigo. Después de los saludos y presentación de rigor, comenzamos la jornada ciclista tomando el sector socuéllamino la voz cantante y dirigirnos al paseo de los Piñoneros hasta cruzar el puente e ir paralelo al río para volver por la zarzuela donde Alberto con su bici de paseo tomó la voz cantante (el tío se portó como un campeón), después volvimos a acceder por Cagigal a la Casa de Campo por el paseo del Rey (creo recordar que se llamaba así) y donde Carlos y yo no dejamos de ver y reconocer a corredores profesionales que entrenaban por la zona. Comenzamos a hacer parte de la Tapia hasta la subida del cerro de las covatillas, donde hubo parada para charlar un rato y hacer grupo y donde Julian aprovechó para sacar su inseparable primer almuerzo. Desde este punto nos dirigimos hacia la puerta de Somosuaguas, donde después de hacer una larga parada decidimos sudar un poquito para ganarnos las cervezas del post, eso sí, donde no podía faltar el bocadillo típico de Julián, el cual no paró, tanto de pedalear como de comer mientras subíamos. Buena mañana y muy buena compañía, lo cual es muy gratificante, cuando uno está en vacas flacas, con muchas dudas en la cabeza y con falta de motivación. 

Al final (Miércoles, 9-11): 33,58 km en 2:43:53 + cerveza y conversación en 0:48:55 (aproximadamente....)



Ayer no tuve prisa para levantarme, había que disfrutar del día festivo.
Con cierta tranquilidad preparé todo lo necesario, para mi salida con la bici, la cual me servirá como despedida; pues a partir de hoy sólo la utilizaré para salir los fin de semana, hasta la vuelta del buen tiempo. Cuando me disponía a salir han comenzado a caer una fina lluvia, mientras en la radio un comentarista daba una lista de deportistas fallecidos; entonces me he acordado de los vídeos que vi hace tiempo pero que tanto me emocionaron sobre el rescate de Iñaki Ochoa en "Informe Robison". Este recuerdo y esa emoción no he podido quitármela durante todo el día de la cabeza.




Creo que es espectacular, dedicarle un poco de tiempo en verlo, que lo merece.


Debido al descanso durante toda la semana anterior; sin practicar nada de ejercicio, las piernas las tenía muy frescas y con ganas de guerra, y aunque en un principio he intentado controlar la ansiedad, pasada la media hora me he rendido, dejándome llevar por las ganas.
Al final han salido 48,85 km en 2:09:28 (22,6 km/h), lo cual no está nada mal pues no he podido usar el plato grande en ninguna ocasión.




Se acabaron las vueltas veloces a casa, ahora comparto mi espacio vital con cualquiera en el metro, acompañado de sus olores, claro !!!.