Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

El fin de semana se ha adelantado esta vez –refiriéndome al apartado de entrenos, se entiende–.

Durante la semana seguí con el plan diseñado por mi, basado y proyectado con un corta-pega de aquí, otra parte de allí, etc., y con la suposición de que empiezo a conocerme (a estas alturas de mi vida!!).
Por ello el viernes me levanté con las pocas ganas habituales pero con la sensación de que las piernas comienzan a asimilar la carga de estos días iniciales, la intención era llegar a los cuarenta minutillos marcados como límite en entrenos entre semana e intentar un ritmo cómodo que me facilitara en entreno de fuerza de por la tarde. Pero con tranquilidad se lo tomó mi compañero de entrenos (el garmín), el cual tardó casi un cuarto de hora en marcarme el primer kilómetro de la mañana. Además sorprendentemente esta mañana no hacía casi nada de frio y me ha tocado sudar como un pollo, para realizar al final 5,54 km en 0:41:31 (1º km en 14:33) 12ºC / Triumph 7.

Por la tarde me he acercado al gym, para confesarle a la monitora el motivo del porqué quería pasar alguna tarde a la semana entre ésas cuatro paredes, rodeado de músculo, de sudor y de miradas desafiantes; mientras le relataba, ella me miraba con compasión como intentándome decir "¿pero que necesidad tienes?", después me ha dado un circuito básico de aparatos, acompañado de algunos consejos en su realización; los cuales e intentando saltármelos lo menos posible. Esta fase del entreno es la que menos me gusta, aunque aporte muchísimos beneficios, y la explicación es sencilla me encuentro desubicado entre esas paredes, y sólo disfruto de la última fase, después de los aparatos y terminas con la fase de cardío corriendo en la cinta.

El triumvirato !!!


Sábado por la tarde, casi recién llegado al pueblo, toca comida rápida e intentando no abusar, pues había quedado a las cuatro con JCarlos e Ismael para ir a entrenar al monte, así matábamos dos pájaros de un tiro, evitábamos las posibles lluvias previstas para el domingo y aprovechábamos la hora de la siesta para trotar e interferir lo menos posibles en labores familiares. Llegada al monte, y sin perder tiempo comenzamos a correr, tal eran las prisas que el garmín no lo había encendido y ya estábamos dando las primeras zancadas. El ritmo suave pero no muy continuo según el tema de conversación el ritmo variaba, y aunque intentaba hacer de paquete evitando así que el ritmo fuese demasiado alegre, pues me sentía pesado por el estomago, con la sensación de no haber realizado la digestión, pasada la primera media hora noto las primeras malas sensaciones, las piernas las noto bien y la sesión de pesas del viernes no pasa factura, sin embargo haber comido con ansiedad y algo tarde me hace parar con 8,6 km en 0:53:49 (1º km en 9:29) ? / Triumph 7, les digo a mis compañeros que sigan que al volver seguimos juntos, mientras espero y tomo algo de aire, compruebo que el aire me deja frío y para evitar un costipado comienzo a trotar pero observo que voy a ser incapaz de seguir el ritmo de ellos y para no estropearles el entreno decido volver al coche trotando lo más suave posible para evitar el enfriamiento, adelantándome éstos al final del entreno (segundo sector: 3,1 km en 0:20:45 (6:42)). Entreno agradable en buena compañía que inyecta motivación para el resto de la semana.

Día precioso de lluvia desde la ventana.


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