Un constante billete de ida y vuelta

Salida con intención de hacer como todos los viernes, 12 km con cuestas variadas y disfrutar del encanto de Madrid de los austrias de madrurada. Pero desde un primer momento he observado en la primera parte del entreno que había más grupos de chavales volviendo a casa de lo habitual, con lo cual al llegar a Príncipe Pio, he pensado que lo mejor era entrenar tranquilo y asimilar lo mejor posible el entreno de ayer e ir sumando para llegar esta semana a los 5 días de entreno, de los cuales debido al contratiempo del miércoles, saldrán 4 días consecutivos; si todo se da bien.

Por lo tanto he corrido hasta el puente de los franceses y vuelta por la ribera del manzanares para disfrutar del temo nuevo, que aunque sea pequeño cualquier novedad resulta motivadora.

11,6 km en 1:11:10 con 135 ppm (1º km en 10:40) 3ºC / Ride 2

Y surgen ciertos nervios, aunque sería mejor decir que surgen inquietudes: ¿llegaré con los kilómetros suficientes? ¿los ritmos de los entrenos son buenos? ¿debería sustituir el día de bici por el trote? ¿etc.?...

Sin embargo, hoy he despejado la primera inquietud, quiero decir duda; me he acercado al Corte Inglés de Sol y he realizado la inscripción de Mapoma 2011, y digo realizar, pues aunque comprando cierto material de Adidas, la inscripción es "gratis", para que salga por la patilla hay que soltar mínimo 70€ en material running.

Se puede decir que ya no hay vuelta atrás, y cruzo los dedos para que sea así.

Volviendo a casa, miras la inscripción y sientes cierta tranquilidad, cierto sosiego, la respiración es más pausada y sientes que tienes resuelto el primer problema; que esto es real y que el trabajo de 10 semanas no era algo volátil, sino que dentro de otras 8 se materializará, y que aun habiendo por delante 42 kilómetros con sus 195 metros, ese tiempo será para mí; para disfrutarlo, para sufrirlo y espero que para superarlo.

La mañana ha empezado rara, me sentía inquieto; al salir a la calle comprobé que el Garmin estaba despistado, las pulsaciones subían tan rápido como bajaban y casi no terminaba de arrancar, tanto "chino como yo. Como tocaban series, he intentado hacer algo más rápido de lo habitual el calentamiento para no estar tan frío como el miércoles pasado.

Me tomo las primeras series tranquilo, ampliando zancada pero regulando, e incluso con las series pares tengo en contra el aire y hace frenarme algo, pero la intención es llegar fresco a la segunda tanda de series donde habrá que darlo todo. Las primeras cuatro series se desarrollan con normalidad, sin embargo en la quinta aparece el protagonista del día y el que terminará por joder el entreno previsto y encabronarme para todo el día. Su nombre no lo recuerdo, y desconozco su raza; pero su cara de feo no creo que se me olvide.

Como os decía al recorrer la quinta serie aparece el cucho (terrier, pitbull o bulldog; no sé!!! –los que tienen las patas torcidas y la baba caída–) y corre de frente hacia mí; el dueño le grita a él y al mismo tiempo a mí (sin moverse del sitio) "Sino hace nada", y le contesto "Pues ya ha echo pararme...!!!"; –"Quiero decir que no molesta"– contesta el dueño cuando paso a su altura, prosigo la marcha y a los pocos metros noto que me tocan el pie y al mismo tiempo me adelanta, se cruza a mi paso y hace pararme. Me vuelvo al dueño y le grito "Que entiendes por no molestar!!!" mientras éste acerca tranquilamente, sin prisa. Desvío mi mirada hacia abajo donde se encontraba el perro y le se veo sentado a mi lado, con actitud de satisfacción, como cuando corren a por la pelota y la atrapan. Allí nos encontrábamos los dos; yo esperando a que corriera hacia el dueño y el esperándole para que le volviera tirar la pelota –es decir, yo–. Al tercer grito, el cucho me abandona y prosigo la marcha hasta el final, hago un descanso esperando inocentemente a que en la próxima el dueño le tenga cogido o entretenido. Vuelvo a afrontar la series, alargo la zancada, tomo velocidad a media altura y aparece mi compañero, intento esquivarlo acelerando más el paso dejarlo atrás; pero aunque es pequeño, es muy veloz; vuelve adelantarme; paro el crono y me vuelvo hacia el dueño y le grito –!Tío, tu crees que he salido de casa a las seis para jugar con tu "put... perro"!!!– mientras me dirijo hacia él; –"Perdona"– me contesta; !!!Joder, porque no te sacas las manos de los bolsillo y corres tú al "corre que te pillo"!!!. Observo que sonríe, y le mando donde os imagináis, me doy la vuelta y decido cambiar de entreno. Haré fartleks de 5 minutos durante media hora y soltar el cabreo y la impotencia que siento. Sin embargo son los típicos días que empiezan mal y con el paso de las horas no mejora, sino al contrario que se lían como una madeja de lana.

Lo mejor del día –aparte de volver a casa y estar con Luisa–; fue encontrarme de nuevo en La2, la repetición del programa "La mitad invisible" dedicado a "La Gran Vía" de Antonio López. Es uno de mis artistas favoritos, pero creo que es al único que admiro. Desde hace años cuando descubrí su obra en Tomelloso, me quedé admirado de su realismo, de su paciencia, de su amor a su trabajo, y sobre todo al amor de sus ideas. Ha sido un artista que no se ha dejado influir por las tendencias artísticas, ni por las prisas de nuestra sociedad, ni por los aplausos gratuitos y menos por los focos de la fama. Sigo perplejo al escucharlo de nuevo hablar; hablar con pasión de lo que hace, de lo que piensa, de como vive y como ama lo que hace, lo que piensa y lo que vive.

Pues al final, el día no ha sido tan malo !!!

Distinto, porque había olvidado que es correr lloviznando, y como disfruto con estos días en los cuales no hace calor, ni frío; donde el aire parece nuevo, dando la sensación de relax; dejando apariencia de sosiego, prestando solo atención donde pisas; disfrutar del trote y dejar que el agua limpie el juicio. Más tarde con el paso de los minutos del entreno, y contagiado por el bienestar del momento, inconscientemente se acelera el paso, para de esa forma acabar contento la sesión.

11,1 km en 1:05:45 con 147 ppm (8:07) 6ºC / Jazz 12

21,095 km en 1:47:59 con 164 ppm (1º km en 5:29) 5 ºC / Ride 2

Hay que madrugar hasta los fines de semana, pues hay que ir preparando al cuerpo desayunando con antelación, y hoy es día de pruebas.

Después toca equiparse para el entreno y escucho en la radio que hay 8ºC en Gran Vía (aquí al lado y pienso que poco margen de error habrá), con las mismas me visto con una camiseta, un chubasquero fino, descarto los guantes, el gorro, doy un sorbo al aquarius, cojo el gel que probaré aconsejado por JEnrique y bajo hacia el punto de encuentro con Fernando.

Al llegar a la calle siento cierto frío y más cuando me indica Fernando el termómetro y marcaba -2ºC –joder con las previsiones–. Durante el trayecto hasta la Casa de Campo, no paro de secarme las lagrimas que recorren le rostro debido al frío e intentar esconder las manos para que no se me queden heladas. Así transcurrió la primera parte del entreno hasta que llegamos a las primeras rampas de la Tapía, Donde el sol hizo acto de presencia y las piernas empezaron a entrar en calor con los toboganes continuos hasta el "Portillo de los pinos", donde abandonamos a un grupo de corredores que se habían subido a la chepa. Antes de comenzar la subida a la "Puerta de Somosaguas" me llevo a la boca el gel de cítricos de Overstim·s y empiezo a absorberlo, debido al frío el gel está hecho una masa y cuesta hacerlo salir, la primera impresión es buena y no está tan dulzón como otras marcas que he probado. Sin darnos cuenta terminamos de subir la cuesta y nos llevamos la sorpresa de que han quitado la fuente y tomamos dirección al parking de la Puerta de Rodajos, para poder refrescarnos, donde al llegar las fuentes estaban cerradas, por lo que toca jugar a la Oca. Con el paso de los kilómetros no noto el estomago vacío como en otras ocasiones cuando se acumula cansancio en el entreno y el calor empieza hacer mella. Al llegar a la altura del "Parque de atracciones" buscamos una fuente pues Fernando está sudando como un pollo con los guantes y el gorro. Y desde aquí dirección a casa donde paro el cronometro al llegar al Puente de Segovia, y decidimos volver al trote (bueno al trote por decir algo, 5:28).

Buen entreno, me he encontrado bien, e incluso hemos charlado durante casi todo el entreno, manteniendo un buen ritmo.

Me he tomado el entreno como recuperación, los akiles los noto cargado del domingo por el terreno blando y durante la primera media hora la rodilla se ha quejado algo hasta que ha cogido calor.

11,41 km en 1:10:37 con 143 ppm (1º km en 8:29) -3ºC / Ride 2

Durante el entreno, una vocecilla ronroneaba mi cabeza, y me decía "Ya hay que tener ganas!!!"; "Huy que frío hace!!!"; "La rodilla no está bien, eh!!!", ... y sin querer he recordado el monologo de Joaquin Reyes, en el "Club de la comedia" (LaSexta), donde me sentí reflejado. Por ello he levantado la cabeza y he jurado no hacer lo mismo que cuando era estudiante, dejar las cosas para "MAÑANA"