Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Hoy me he despertado agradablemente con un beso de Luisa en la mejilla; sino fuera porque se despedía hasta dentro de un par de días. Era muy pronto y me he quedado acostado esperando a que sonara el despertador; al apagarlo no me ha hecho falta revolotear por casa para despejarme, solo he mirado internet para ver la previsión de lluvia, me he calzado las Ride viejas (que están algo celosillas y abandonadas) y con el cortavientos de color chillón he salido a la calle. Como es miércoles, tocaba circuito de cuestas y antes de empezar temía que las piernas siguiesen requeantes del domingo; sin embargo en las primeras zancadas me he encontrado muy bien, no sentía molestias, incluso me encontraba más ligero que estos días de atrás. El circuito se ha desarrollado sin novedades, quizá hoy haya tocado esperar algún semáforo más de lo habitual, pero no ha variado nada. He intentado llevar una buena zancada, pero controlando las pulsaciones para no perder la forma de las semanas anteriores e intentar no acumular cansancio estos días que restan y poder centrarme los días de series y tiradas largas. Por lo tanto exceptuando las subida de la cuesta de San Vicente, las piernas las he notado recuperadas y me ha dejado contento, porque comparando el circuito con los toboganes de Segovia, lo de hoy ni eran cuestas ni ná.

11,1 km en 1:05:23 con 145 ppm (1º km en 10:55) 11ºC / Ride 2

El domingo experimenté, ¿podré competir en una media maratón con las axiom?, la respuesta es si, pero atente a las consecuencias; y las consecuencias son un fuerte dolor de los aquíles, los gemelos y los cuadriceps; vamos estoy hecho un asco. Durante todo el día de ayer tuve muchísimas agujetas e incluso notaba algo de dolor al palpar, y eso que solo he parado 3 días de correr, no quiero ni pensarlo si lo dejo toda la semana. El experimento surge porque con las Triumph me siento muy pesado y pasados los 20 km las piernas lo notan, con lo cual no me siento capaz de domarlas antes del día 17.
Por lo tanto el entreno de hoy estaba destinado a recuperar, tanto de músculos como de ritmo; me he notado pesado y falto de ritmo, las piernas aún no se han recuperado del trajín de todo el finde y habrá que cuidarlas con masaje y hielo estos días. Lo mejor del entreno de hoy es que al bajar a la rivera he comprobado que han abierto otra fase del paseo, con lo que durante estas semanas el entreno no será tan monótono, pues la novedad produce motivación o distracción y más en días como el de hoy. Pero de todas formas está algo en pañales pues no he podido llegar al puente de Dominique Perrault por falta de luz, dejaré la excursión para el próximo sábado.


11,3 km en 1:10:10 con 141 ppm (1º km en 8:26) 9ºC / Triumph 7

Fin de semana con cambio de hora, ya es algo habitual
que el cambio horario coincida con una carrera.

Al despertarme vi demasiada luz colarse por las cortinas de la habitación y pensé "Me he dormido!!!"; con el reloj en una mano y en la otra el movil me fui al baño para no despertar a Luisa, y allí entre bostezo y bostezo pensaba "si adelante las manecillas del reloj, o no lo hice; si el movil por el uso horario se habría actualizado solo; si... etc..."; con una ducha fría, la sensatez expulso a la confusión, y las piernas las sentí más relajadas, pues las tenía pesadas después del tour de ayer visitando la ciudad. Nos tocó bajar pronto a desayunar para poder coger el último autobús con dirección al centro.
Pero hubo que calentar dando un paseo andando hasta la salida, según nos acercábamos los colores característicos del mundillo running aparecían por las callejuelas para dirigirnos todos en masa al espectacular punto de partida; ya allí, realicé los típicos rituales del corredor, vaselina para los roces; dudar durante un rato, me pongo una o dos capas; supervisas por última vez todo; buscar un sitio para la ultima meada, y toca calentar un rato, me pierdo por callejuelas intentando encontrar un ritmo y compruebo que el paron de esta semana lo voy acusar, pues me encuentro pesado y torpe. Después de 10 minutillos y con malas sensaciones me despido de Luisa y me dirijo a la salida, miro constantemente de un lado hacia otros, pego los típicos saltitos de rigor (incluso estos los realizo de forma torpe), estiro algo las piernas y compruebo que estoy muy retrasado, pues unos metros por delante se sitúa el globo de las 2 horas.


Preparativos y despedida.

Se aproxima el momento y comienza a llover finamente, nos apelotonamos todos los corredores para guardar el minuto de silencio por Japón, roto por el cañonazo de la guardia que da la salida a la prueba. Los primeros metros son peligrosos, la lluvia que cayo durante gran parte de la noche hace resbaladizo el adoquinado de la calle, durante los primeros kilómetros corro en zig-zag esquivando a gente y llevando un ritmo suave para no quemarme en los primeros kilómetros y las primeras rampas, llevando en la mente la equivocación de salir tan retrasado y que me van a caer más de 1:50, como mínimo. Al lado y durante un rato llevo el mismo ritmo que la brigada de paracas, a los cuales acompañaba, y con tres o cuatro cánticos intento dejarlos atras para no perder mucho tiempo, pasado el tres aprovecho el terreno descendente para embarcarme en cuatro kilómetros con ritmo alto, para intentar calentar las piernas y recuperar las buenas sensaciones, pero al llegar a la Alameda, cambiamos por tercera vez de firme, y la calle se convierte en un paseo de tierra estrecho que impide adelantar, en esta zona voy pendiente de todos los que me rodean para evitar pisotones, empujones y accidentes varios y sin querer oigo "apretar los dientes y no miréis arriba", y nos encontramos de frente con el primer muro de kilómetro y medio, el cual paso rápido según el garmin, pero que me deja los cuadricep tocados y noto cierto cansancio.

El paso por el acueducto.

Llegando al acueducto se oye un murmullo atronador, la gente se vuelca con los corredores, nos gritan animándonos, cruzamos el acueducto y la calle se estrecha por la gente que aplaude y nos espolea con sus gritos para que ascendamos hasta la plaza mayor (este trayecto recuerda a las etapas ciclistas de montaña) y en esta zona no se corre, sino se vuela olvidándote de dolores o de la pendiente. Pasada la catedral la calle adoquinada se hace peligrosa, se encuentra en este punto un avituallamiento y el firme esta mojado, salimos del barrio de la judería me noto rápido y con ganas de dar batalla a mis piernas.

Según Luisa, pasé demasiado deprisa.

En los siguientes kilómetros hay una pendiente que visualmente no observas pero que las piernas acumulan, y donde empieza a sobrarme la segunda capa de ropa que me puse, aprovecho para pegarme a un grupo distraerme con sus comentarios y evitar dejarme llevar; al fondo una vista espectacular de Guadarrama cubierta de nieve, que abandonaremos al girar en la glorieta del pastor y empezar la ascensión del Tourmalet, en este punto me vengo abajo y pierdo contacto con el grupo que me había llevado, compruebo que me caen los segundos y me encuentro bloqueado, no avanzo, las piernas las noto duras y sin respuesta, incluso llega a pasarme por la cabeza la idea de parar. Como os he dicho esta zona es solitaria y psicológicamente muy dura, pero me he recupero al ver la fachada del hotel donde nos alojábamos, pues a partir de aquí conocía casi todo el circuito, he cogido aire, me he relajado pensando que quedaban una serie de toboganes y luego descenso rápido a meta; voy recuperando la respiración e intento alargar la zancada, pensando que no había porque reservar, y sufro una inyección de adrenalina al oír por megafonía la canción de ""Vertigo" de U2 (tantas veces escuchada en el ipod) que me alentará durante los siguientes kilómetros, pasado el 18 paso al grupo que había perdido y decido lanzarme hasta meta. La última parte coincide con el comienzo del acueducto y el bullicio se vuelve hacer patente, ensordecedor y te anima enormemente, sin embargo el recorrido se vuelve peligroso, pues se callejea por zona muy estrechas con curvas muy cerradas y el terreno por el que se transita está adoquinado y con un perfil de toboganes, pero cuyo final es apoteósico, al girar la última curva te encuentras de frente con los arcos del acueducto por el que hay que pasar, miro el marcado y solo llego a distinguir 1:46:...., he apartado la mirada he clavado los dientes de rabia e intentado dar lo que me quedaba hasta cruzar meta.
Paro el crono y veo 1:45:47, las sensaciones son agridulces, me encuentro físicamente agarrotado y me cuesta más de lo normal recuperar el aliento, y empiezo a asimilar la carrera, bebo gran cantidad de liquido y me llevo algo a la boca, me cargo de víveres para ir al encuentro de Luisa, al verme me dice "muy bien, ¿No?" y quizá esas palabras me tranquilizan y me hacen ser consciente de que el tiempo no ha sido tan malo y que me he equivocado en no entrenar los suficiente esta semana y salir tan atrás.

¡¡¡ Y este que ha ganado !!!

Solo puedo decir que es una carrera dura, pero magnífica, con un gran ambiente popular, fraternal y que te encuentras arropado casi en todo el trayecto, y donde la organización es de las mejores que he visto, con un sin fin de voluntarios que se ofrecen a todo y donde no hay límite de liquido, ni solido. Gratamente sorprendido.

Una fina lluvia cae durante la vuelta al hotel, ahora toca disfrutar de una relajante sesión de baño y una buena comida rematada por un gran postre de Chocolate.

Oficial:
Dorsal: 3261 / Pos. 1642 / Pos. Sex: 1611 / Tiempo: 01:47:05

Oficioso, palabra de Germin:
21,4 km en 1:45:47 con 168 ppm (1º km en 5:26) 4ºC / Axiom 2

El paso por kilómetro salio así: 1= 5:26; 2= 5:21; 3= 5:19; 4= 4:52; 5= 4:30; 6= 4:27; 7= 4:40; 8= 5:06; 9= 5:27; 10= 5:07; 11= 4:54; 12= 5:15; 13= 5:19; 14= 5:55; 15= 5:05; 16= 5:02; 17= 4:48; 18= 4:34; 19= 4:22; 20= 4:13; 21= 4:14; 1:42

El descanso de ayer me ha venido de perlas, 20 minutos antes de la hora de que tocase diana, me encontraba despierto y descansado, aunque quizá con apetito. En un primer momento he oído un ruido extraño que se ha confirmado al ponerme de pie "No jodas que está lloviendo", me he dicho y al mirar por la ventana me lo ha confirmado. Llovía de forma intensa, rápidamente me he puesto hacer cábalas, y he pensado que era absurdo hacer los 2 x 5.000 con lo que estaba cayendo; es más no tengo ganas de pillar un constipado a estas alturas. He mirado en Accuweather y el cachondo decía que estaba nublado. Por lo que he descartado salir y descansar hasta el viernes.
El día ha siso muy guarro, hablando climatológicamente. Durante todo el día he estado inquieto y por la tarde al salir de la oficina he decidido cambiar el entreno de hoy por el del viernes, 50 minutos de trote tranquilo y recuperando piernas. Los primeros minutos las sensaciones han sido muy buenas, pero pasado el ecuador he notado las piernas muy pesadas.
Es lo malo de cambiar la hora de entreno, que uno no está habituado.

9,02 km en 0:51:55 con 142 ppm (1º km en 7:25) 10ºC / Ride 2


Mal ejemplo para terminar una carrera

Como es habitual en todo plan, la semana previa a una carrera se bajan los kilómetros y los días de entreno. No asimilo excesivamente el descanso antes de una carrera y como tengo mis dudas, había decidido salir esta mañana para hacer un rodaje tranquilo de unos 40-50 min., pero me he despertado con un dolor muy intenso provocado por una mala postura al dormir, donde la espalda pierde su nombre. Como sigue siendo tónica unos minutos antes de despertarme el despertador, permanecía despierto en la cama esperando a que sonara, sin embargo hoy me encontraba despierto por otra causa notaba que había dormido en una mala postura y que sentía el cuerpo bloqueado y al intentar cambiar de postura he notado un fuerte dolor, en el susodicho sitio. He aplazado la hora de levantarme, auto convenciéndome de que era absurdo el calzarme las zapas; 40 minutos más tardes me encontraba en el salón haciendo ejercicios de estiramientos para aliviar las molestias.
Y este hecho me ha rondado la cabeza todo el día, pues con que poquito se puede ir al traste tanto entreno durante más de 4 meses, imaginaros que sucede la noche de la carrera.
Toco madera !!!

Me encanta recorrer la zona de la circunvalación, aunque tenga sus inconvenientes.
Como casi todos los domingos que corro en el pueblo me levanto un pelín más tarde, desayuno con tranquilidad, reposo el desayuno, mientras entro en calor con el brasero del comedor, tonteo con el mando haciendo zapping en la tele y de vez en cuando miro por la ventana, mientras pienso que ropa ponerme. Pasada una hora y sin tener muy claro el uniforme, decido dar la bienvenida a la primavera con colores llamativos y guardar el negro en la mochila, me visto y salto al paseo de los bulevares. Comienzo a trotar y noto las piernas cansadas, y psicológicamente hoy va a ser un día complicado, pues el aire lo noto quizá algo más intenso y el sol pega de lleno. Llegando al parque rural, miro hacia los puentes para comprobar si oteo a lo lejos algún color llamativo y me llene de esperanza para no realizar el rodaje en solitario, pero mi vista no alcanza a ver dichos colores. Tomo el camino de servicio de la circunvalación y las sensaciones no son buenas me cuesta encontrar un ritmo y compruebo que llevo 20 minutos y no paro de sudar. Con la respiración entre cortada y las pulsaciones altas llego al puente de renfe y al girar decido que hoy hay que darse algo de tregua, no subiré ningún puente hasta llevar casi la mitad del entreno e intentaré controlar las pulsaciones para no terminar arrastrado al final. De vuelta al parque noto el aire de cara, que no es muy molesto pero que crece según recorro el diseño de media luna de la circunvalación e incluso llegando a la rotonda de Villarobledo me hace perder el ritmo. Al girar y tomar otra vez la vía de servicio, aprovecho para bajarme la cremallera del corta vientos, al mismo tiempo que me remango los brazos, bebo de la botella y me digo "es la hora", amplio la zancada y decido no mirar el crono, y aprovechar el aire de espalda para empezar a subir los puentes. Los cuatro primeros pasan rápidos y el cuerpo lo noto con ganas de correr, pero "el chino" comienza a reclamar mi atención "Base de datos llena"; tengo que hacer un alto para borrar y poder proseguir, pero me cuesta reaunudar el ritmo, pues las rodillas las noto cargadas, y no me encuentro cómodo; porque aunque el aire vuelve a darme de frente intento que ello no sirva de excusa. El cansancio empieza a notarse, pasado el puente del parque tomo rumbo la estación pasando por el camino de Flaco, donde los "elementos" terminarían pasando factura; el calor, el aire, el cansancio y el último puñetero puente juntan sus fuerzas para que consiga hacer el kilometro más lento de toda la tirada, y que serviría de preludio para los 2 últimos kilómetros donde el cuerpo me suplicaba parar de una puñetera vez.
Contento porque aún encontrándome muy cansado, el ritmo ha sido mucho más regular que la última vez, porque he aguantado bien el calor y he sabido dosificar las fuerzas para el final. Además, porque durante todo el recorrido he tenido un solo pensamiento "venga Pablo que esta es la última semana de acumulación". Mientras que descalentaba, me he encontrado a Román, nos hemos saludado, y charlando me ha puesto al día de todos y del entreno conjunto (el cual hecho de menos), también he aprovechado para oír sus consejos y agradecerle sus ánimos, siendo esto mucho más útil que el estiramiento.
Además el entreno estaba terminado y una cerveza con los amigos esperaba fresquita. Donde me he encontrado con JCarlos y es de agradecer los ánimos de todos.

26 km en 2:15:12 con 162 ppm (1º km en 5:26) ?ªC / Trimuph 7

El paso por kilómetro a salido así: 5:26 (1); 5:15 (2); 5:11 (3); 5:10 (4); 5:08 (5); 5:04 (6); 5:06 (7); 5:10 (8); 5:16 (9); 5:11 (10); 5:20 (11); 5:05 (12); 5:01 (13); 4:59 (14); 5:01 (15); 4:51 (16); 5:04 (17); 4:41 (18); 5:54 (19); 5:14 (20); 5:17 (21); 5:18 (22); 5:17 (23); 5:33 (24); 5:14 (25); 5:09 (26) = 5:12 de media con 9 puentes.

Hoy tocaba entreno relajado para recuperarse de la sesión de ayer, y en cuanto me he levantado he sabido el porqué. Aparte de las legañas, las piernas me pesaban enormemente, me costaba levantar las rodillas y me sentía como si me hubieran pegado una paliza.
Durante los primeros 12 minutos he corrido un poco preocupado, porque el cardio marcaba 174 pulsaciones, al principio he pensado que estaba un poco despistado pero según pasaba el tiempo las pulsaciones no variaba en exceso y mi ritmo era cada vez más lento, incluso me he dicho "ésto es una señal para volver a casa", sin embargo he comprobado que poco a poco volvía a un pulso más o menos normal, me he tranquilizado y he seguido con el entreno. No tenía pensado salir de la ribera y poder volver a casa pronto, pero las piernas pedían terreno blandito y mi cabeza necesitaba un cambio de escenario, por lo cual, con las primeras luces del sol me he introducido en la CdC, el terreno estaba algo duro pero permitía correr cómodamente y aunque las previsiones eran temperaturas altas yo no sentía calor, además el termómetro marcaba 3ºC a la hora de salir, y eso calor no es. Pasado un rato he vuelto a casa con las mismas ganas con las que me fui. El aumento de kilómetros y de ritmo empiezan a pasar factura.
Además tocaba viaje al pueblo, con la intención de dar una "Sorpresa!!!" y viendo las caras emocionadas de mis padres al vernos cuando han llegado a comer, creo que lo hemos conseguido.

11,03 en 1:09:32 con 143 ppm (1º km en 8:16) 3ºC / Triumph 7

Hoy tocaba caviar, es decir tute del bueno. Por ello me he despertado con tiempo suficiente para no tener que correr durante todo el día. Al sonar el despertador ya tenía los ojos abierto, he dormido bastante bien y no me ha costado levantarme para ver amanecer. Mientras que me vestía he encendido la radio para distraerme y ponerme al día, y así es como puede cambia la rutina. Oigo en la radio que estaba jugando Nadal y que la cosa estaba tensa, decido encender la tele y ver como se desarrollaba el partido mientras terminaba los preparativos previos, y según transcurría el partido, yo me contagiaba del baile de San Vito, no por el resultado, sino porque no conseguía despegarme de la silla y mirando el reloj veía que el tiempo se echaba encima.
Con el partido terminado, me dirijo a la ribera para afrontar mis temidas series de cuatro mil metros. Las sensaciones no son buenas como casi siempre y el calentamiento transcurre por mi preocupación con la tibia, las molestia en el cuadricep, y calculando desde donde comenzar la series. Pero no consigo evitar que llegue el momento de afrontar los 12.000, pongo el reloj en marcha, tomo contacto, dejo cierta distancia para tomar un ritmo que crea que es bueno y me encamino a los primeros cuatro mil, suena el primer mil y compruebo que el ritmo está por debajo de los cinco, me animo y me digo "así hasta que no puedas más". Con el paso de los metros el corazón va acelerándose progresivamente y confirmo que las piernas se encuentran frescas, aunque por mi cabeza revolotea el temor de no acabar a tiempo, incluso cuando llevo los primeros 2.500 metros pienso brevemente cambiar el entreno por un 2 x 5.000 y así ahorrar tiempo, lo cual descarto pensando en el plan, y me digo "solo hace falta calentar las piernas corriendo y exigiéndome más". Termino la primera, con 19:23, las sensaciones son buenas aunque me cuesta coger aire para recuperar durante los 90 seg. marcados para ello. Llega a mi encuentro el chucho de hace unas semanas pero como estoy andando me evita, resoplo por última vez y me lanzo a por la segunda; las piernas están frescas e incluso tengo que frenarme en los primeros metros recordando lo apurado que terminé la semana pasada, las luz empieza a aparecer en el horizonte y no paro de hacer cálculos para predecir cuándo terminaré, y sin darme cuenta el chino me marca la finalización de la segunda serie, "la próxima no la acabo" me digo al ver los 18:23. Mientras tomo aire, decido empezar fuerte la última y aguantar el ritmo, pero los últimos dos mil han sido eternos, he perdido la cuenta de las veces que he mirado el crono creyendo que me caía la minutada al final, pero me he dicho apretando los dientes "Vamos Pablo".
Conclusión, pues que me encuentro bien, que las molestias supongo que empezarán a remitir según baje la intensidad y la cantidad en las próximas semanas.

3,77 km en 0:22:34 con 128 ppm (1º km en 6:23) 3ºc / Axiom 2
+
3 x 4.000 [1º: 19:23 con 155 ppm (04:51); 2º: 18:23 con 162 ppm (04:36); 3º: 17:45 con 168 ppm (04:26)]
+
1,9 km en 12:04 con 149; total = 17,67 km

Algunos días uno tiene que sacar fuerzas de muy adentro para levantarse y no dejarse vencer, sin saber porque (bueno si lo sé) uno se siente débil, herido. Pero esta vez no tengo ganas de lamerme las heridas en casa para ocultarlas, creo que voy a dejar que cicatricen para que sean visibles a los demás, para que sepan que uno sufre y esta cansado de ser utilizado, pisoteado y agraviado. En el fondo, nuestra genética es animal; animales racionales, pero en definitiva animal. Por ello en ocasiones nos comportamos como tales, pues el instinto no lo hemos pedido, sino que yace dormido en algunos casos. Pero al final éste termina despertando.
Como terapia de recuperación os dejo esto.




Pues queda oficialmente nombrado el miércoles como día de cuestas.
Por lo tanto solo queda calzarme las zapas, vestirme hoy de invierno y salir a la calle a disfrutar de uno de mis circuitos preferidos, y donde hay cierta distracción. Hoy soplaba un aire molesto y algo frío, el típico que precede a la lluvia, aún así no he cogido el chuvasquero para no sudar como ayer. El circuito no es espectacular, técnicamente hablando, pero cualquier calle del centro siempre tiene algo de sorpresa, a esas horas no son calles muy transitado si exceptuamos a los coches y algún trasnochador, pero me distraigo bastante por esta zona, quizá sea la obligación de prestar atención a los cruces; o días como hoy, intentar no sobresaltarme en exceso con los ruidos extraños y misteriosos que se crean en soledad y penumbra, observar los edificios, los cambios de los locales en calles comerciales, sus escaparates, etc.
Leí un día que el ser humano para intentar crear un orden, siempre observaba a su alrededor e intentaba crear secuencias para de esa forma calcular el tiempo y no sentirse perdido, ni desorientado. Y eso me pasa constantemente en Madrid; el camión de reparto de la esquina de casa, el chaval con la mochila en la parada del autobús, los guardias reales esperando entrar para empezar su turno, la mujer que pasea su perro por los alrededores del palacio, el camarero del bar Pascual sacando las mesas y sillas, los empleados de SAMUR fumando un cigarrillo antes de empezar o acabar la noche; y los empleados de la limpieza regando con la manguera en la calle Toledo. En este punto inconscientemente siempre recuerdo una imagen, que me recuerda al Madrid nocturno, al Madrid real con sus andamios, su mezcla de colores producido por las luces de neón, su soledad, su aire retro disfrazada de modernidad. Esa imagen es una secuencia de la película "La ley del deseo" de Pedro Almodovar, donde Carmen Maura se refresca una noche de verano. Y donde se expresa con un mínimo gesto lo liberador que puede resultar quitarse las ataduras y dejarse llevar por el deseo. Que bien sienta !!!
Bueno, pues hasta el miercoles que viene, que volveré a recordarla.

12,1 km en 1:09:56 con 144 ppm (1º km en 9:48) 7ºC / Triumph 7

Mirando el tiempo en la web he observado, que las nubes estaban juguetonas y las molestias de la tibia no desaparecen y como las molestias son conocidas –quiero prevenir–, por lo tanto hoy toca sesión suave.
Mirando y haciendo cábalas se me ha echado el tiempo encima, salgo apresurado hacia la calle intentando distinguir en que punto el dolor se hace más agudo. En esto que el garmin me advierte de algo "baterias bajas", entonces me ha saltado la duda ¿Apagué el chino el domingo al volver a casa?, por si las moscas configuro el garmin para usarlo solo de reloj y poder ver el ritmo cardíaco. Al llegar a la ribera oigo otro sonido, miro y compruebo que el chino ha decidido no trabajar hoy. Pienso, mejor, hoy corro sin agobios y sin presión, voy a disfrutar de la mañana y recuperar piernas. Pero hay días que es mejor no hablar, cuando llevaba unos minutos corriendo (no debería ser mucho), ha empezado a caer agua muy fina, que con el tiempo se ha incrementado y que durante un rato no me permitía ni ver, lo que ha provocado correr con la cabeza mirando el suelo, girada de medio lado y pasado un rato las mallas empapadas.
En la segunda vuelta a escampado, y me he entretenido saltando y esquivando charcos, las piernas la noto cansadas, y corro con la sensación de ir despacio, sin frescura. Cuando llevaba recorrido la mitad de la segunda vuelta he observado como el cielo tenía mas luz, empezando a aparecer los tonos rojos que se colaban entre las nubes; lo cual me ha alertado que cada día amanece más pronto y que con el jaleo de la configuración no me había fijado en la hora de comienzo, con lo que a mitad de la tercera vuelta he decido volver a casa para no tener problema con el tiempo.
Hay gente que corre sin pulsómetro, y otros sin reloj; a estos últimos los envidio; no porque puedan hacerlo, sino porque el tiempo no les apremie.

Digo yo que unos 10 km en 1:00:00 más o menos; ni idea de ppm (1º km en, esto... y yo que sé !!!!), y lo único que tengo claro: 8ºC / Ride 2 (¿Eran estas?)

Los domingos en Madrid suponen un cambio de aptitud, me había acostumbrado estos últimos fines de semanas que he pasado en el pueblo, a levantarme sobre las ocho, desayunar y salir pasada una hora u hora imedia; cuando el cuerpo se desperezase, pues no suele haber compromiso y corro casi siempre solo. Sin embargo hoy tocaba madrugar un rato antes, Fernando tenía una obligación con la Caja Trágica (quiero decir, Mágica), y decidimos el día anterior adelantar media hora la salida y así tener tiempo.
Me levanté con dolores en la tibia derecha al pisar y después del desayuno realicé una serie de calentamientos para prevenir o descargar los dolores, pasado un rato, me embadurné de Traumeel®, me puse las pantorilleras, me calcé las Ride 2, bebí agua y me dije que pase lo que tenga que pasar. Al llegar a la calle vi a Fernando trotando, y con cara de circustancia me dirigía hacia él; al acercarme, oigo decirme que tenía cierta sobrecarga en el muslo, y aprovechamos la ocasión para confesamos.
Renqueando, tomamos dirección Casa de Campo, y aprovecho para respirar hondo, pues la lluvia caída desde el viernes hacia sentir cierta humedad en el ambiente. Fernando para salir de la rutina propone hacer la tapia al contrario, y al llagar al lago nos encontramos con el Duatlon Villa de Madrid, lo cual facilita recorrer la Tapia, en dirección contraria. El primer tramo pasa rápido, incluso pierdo la costumbre de beber líquido en el 5. Pasado el zoológico nos percatamos que este domíngo la especie autóctona; el "runners", está presente por cada camino, esta especie se caracteriza por llevar colores llamativos y se puede observar en sus ojos el hambre de competición, al igual que se olfatea su esfuerzo e ilusión.


Aparecen las primeras ascensiones, me cuesta cambiar de ritmo y le comento en voz alta a Fernando que había olvidado subir las cuestas, éste me mira y se ríe. Llegamos a la Puerta de Somosaguas, el ritmo es vivo y compruebo que es cierto lo que me había comentado mi compañero, que recorrer la tapia en sentido de las agujas del reloj es más sencillo. Pasado el "Portillo de los pino" nos encontramos númerosos grupos que vienen de subir el cerro de cobatillas, y el esfuerzo se observa en su ojos, al llagar a dicho cerro cambiamos de ritmo, la respiración se entrecorta, y el esfuerzo se acumula en las piernas, ya que en este sentido las subida es más larga y un porcentaje más constante. Volvemos bordeando la carretera de Castilla, y al llegar a Cacigal estrenamos el puente peatonal que cruza la M-30 y volvemos a casa bordeando la Ribera del Manzanares.
Entreno ameno, que tengo la sensación de haber pasado muy rápido, y eso es bueno, ante todo psíquicamente; después de 20 días necesitábamos ponernos al día y no hemos parado de hablar de casi todo, como estrategias, temores, temas alimenticios, etc. Lo que me ha despejado de preocupaciones además el ritmo ha servido para recuperar. El premio me lo he encontrado al llegar a casa y sumar otruña negra más.

21,3 km en 1:59:37 con 158 ppm (1º km en 7:07) 8ºC / Ride 2



Por cierto antes de que me olvide, Felicidades Julián!!!
Este año casi se nos vuelve a pasar.
Un fuerte abrazo.

Después de coronar Astun (Candanchu) en 1995.

Hoy he decido descansar más de lo normal, no he puesto el despertador; cuando mi cuerpo entienda que había descansado lo suficiente me levantaré. A eso de las ocho me encontraba en la cocina bebiendo un zumo y comiéndome media naranja, cambiando hábitos. Sentado delante del ordenador contemplo al fondo el cielo encapotado y como si tuviera una margarita empiezo a decir sucesivamente "me voy ahora", "mejor más tarde", "me voy ahora", "mejor más...".
Pasada aproximadamente una hora me equipo, me envuelvo en el chuvasquero pistacho de la media de Albacete y salgo a la calle. Ese momento comienza a chispear levemente, y pienso que hoy toca ritmo tranquilo, recuperar y disfrutar del agua. Sin embargo al llegar al puente de la M-30 pasado el Calderón, me he acordado de unos viejos amigos que me ayudaron en mis comienzos "runneros", y como es de día decido acercarme para saludarlos.
Cruzo el puente de Toledo y tomo camino al parque de la Arganzuela, al cual me ha costado reconocer, ante todo con la cantidad de maquinaria que se encontraba dentro de él, todo ello ha favorecido la desaparición por completo del aire de barrio que poseía y se vuelto minimalista, moderno e impersonal, todo ello liderado por un puente monumental que se puede contemplar desde la distancia, en forma de tuvo de papel de aluminio de cocina. He aprovechado para emular una actividad nacional, contemplar obras urbanísticas, criticar y opinar que eso no debía ir ahí o que aquello debe hacerse de otra forma.

Foto propiedad de: viditocho [http://www.flickr.com/photos/viditocho/]


Después viendo que no era tarde he aprovechado para acercarme al Parque Tierno Galván, el cual he visto muy abandonado pero al cual si he reconocido desde el principio, incluso creo que mantiene los baches de antaño cuando por la noche entrenaba por esta zona al desmantelarnos el parque minutos antes visitado. La vuelta ha tenido que ser lenta pues las ganas de salir de la rutina y visitar lugares olvidados me ha provocado entrenar con más intensidad de la prevista.

12,27 km en 1:07:46 en 141 ppm (1º km en 7:02) 10ºC / Ride 2

Sin embargo existen "locos" que no se apoyan en las vallas y se dedican a buscar algo que les llene e intentar luchar contra generaciones nuevas y posiblemente mejor preparadas, pero no tan sacrificadas. Se llama Marco Olmo, es ultramaratoniano de trail, y en 2008 a sus 59 años conquisto su segundo triunfo de Ultra Maratón del Mont Blanc (166 km con 9.500 metros de desnivel positivo) y cuya austeridad se refleja en una de sus frases "en la vida soy un perdedor y corro por vergüenza".
Quizá lo que verdaderamente haya sido en la vida; es ser un ejemplo.



Esto es el Ultra Trail del Mont Blanc

Hoy no quería olvidar mencionar que es 11-M, que conmemoramos un atentado que nos hizo enmudecer durante casi una semana a esta ciudad. Y que con el tiempo se ha convertido en un episodio indecente políticamente y que extrapolamos a nuestra división como país. No pueden haber víctimas de primera, segunda o tercera clase, simplemente son VÍCTIMAS, y hay que darles el respeto que merecen.


Al revés que la semana pasada, hay días que no quieres ni levantarte, incluso apagas el despertador y piensas en un primer momento –salgo esta tarde–; después de unos minutos de dubitación, piensas "¡esta tarde!, ¡corriendo entre niños, perros, dueños y viejos!, mejor me levanto", y en esas me equipo con mallas piratas, una camiseta y un chuvasquero, estrenos unos calcetines para mis pobres pies y dudo si calzarme las Ride viejas o meterme caña con las Axiom, me decanto por las últimas y me autoconvenzo de que hoy toca "guerra". Sin pinturas de guerra salto a la calle y compruebo que me he vuelto a equivocar con la ropa, hoy toca frío; mejor pienso, así habrá que sudar más pronto.
Desciendo como casi siempre hasta la ribera y realizo mi calentamiento previo, me noto desmotivado, apático, con sensación de ahogo al respirar, me cuesta coger ritmo y cuando creo que voy bien el "chino" marca 5:53; –"hoy no es el día", me digo–. Con bastante temor me dirijo a la línea de salida, respiro hondo, resoplo, me auto animo y recorro los primeros metros, el cambio en las piernas es enorme, compruebo que la zancada es amplia y no dudo; al terminar la primera serie veo 4:41, pienso que habrá que controlar las siguientes, descanso los 50 seg estipulados y me lanzo a por la siguiente, compruebo que el aire pega de frente, no es muy fuerte pero noto cierto frío en el cuerpo y las piernas; sin mirar el crono recorro los mil metros teniendo que hacer cierta fuerza con las piernas, pues no tengo las mismas sensaciones que antes, al terminar otra sorpresa 4:36, –esta distancia no la controlo– me digo. Corriendo la tercera aprovecho para ir haciendo cuentas y pesar que en las impares me dejaré ir sin forzar y las pares tendré que apretar los dientes.
Como he dicho tenía ganas de "guerra" no estaba de buen humor y esa ha sido mi perdición para no realizar un entreno progresivo. Cuando llevaba recorrido los primeros metros de la cuarta serie, he oído pisadas que se aproximaba por mi espalda, sin volver la cabeza por el sonido me he imaginado quien era, y he mantenido el ritmo, poco tiempo después ahí se encontraba él, un tío que no devuelve el saludo aunque coincidamos todos los días, que te observa con la mirada altiva y que huele a prepotencia. Le he dejado ponerse a mi altura y he acelerado un par de veces con la intención de que se picase, y así ha sido; pero hoy no estaba dispuesto a esconder mis catas y al ponerse a mi altura por segunda vez me he dicho "hoy vamos a correr!!!" he acelerado el paso y ampliando la zancada; al poco tiempo le sacaba cierta distancia y he vuelto a cambiar hasta el final del mil, he parado el crono, y he trotado esperando la llegada de mi rival para cruzar la mirada, sin embargo éste la ha rechazado; después, porque no decirlo, de forma orgullosa he mirado el chino y al verlo no podía creerlo, 4:11 –¡supongo que esto lo pagaré!–.
Luego he intentado mantenerme en 4:30, para afrontar a tope las tres o dos últimas series, en la octava he vuelto a coincidir, pero no ha habido duelo, aunque si tengo que decir que me ha prestado atención; pero aprovechando que oteaba a un corredor más adelante he pensado utilizarlo de liebre, lo cual ha sido mi perdición, pues he corrido más de lo esperado y lo he terminado pagando en la última serie.

Después vuelta a casa y llevando la idea de beber algo isotónico fresquito para reponer, sin embargo al abrir la nevera solo he encontrado un ridículo Red Bull Shot obtenido de alguna publicidad, 60 insignificantes mililitros, llenos de cafeína que creía que iban a ser suficientes pero que no he notado nada, tal vez mojarme los labios. Y sino que se lo digan a la papelera de la oficina que he arrasado con las botellas que tenía a medias.


Hoy: 3,72 km en 0:23:15 con 148 ppm (1º km en 7:17) 4ºC / Axiom 2
+
10 x 1.000 (1º: 4:41 con 152 ppm; 2º: 4:36 con 160 ppm; 3º: 4:37 con 159 ppm; 4º: 4:11 con 168 ppm; 5º: 4:33 con 167 ppm; 6º: 4:32 con 170 ppm; 7º: 4:32 con 168 ppm; 8º: 4:17 con 173 ppm; 9º: 4:23 con 172 ppm; 10º: 4:34 con 172 ppm), media
+
2,15 km en 0:12:32 con 157; en total = 15,87 km



Ya en casa he oído la noticia de Japón y a mediodía me he quedado helado al ver la imagen que os pongo, quizá alguien no entienda que cada cierto tiempo la naturaleza nos enseñe que somos más débiles e insignificantes de lo que pensamos.


Aprovecho para dejar otro video de hace tiempo, que tenia guardado, pero esta vez nosotros creemos dominar la naturaleza

Visto las buenas sensaciones que me dio hacer el cambio la semana pasada, he decidido repetirlo ésta. Este tiempo de atrás, cuando hacia rodaje de cuestas el viernes, no llegaba a asimilarlo completamente en el entreno del domingo, necesitaba más tiempo del habitual para notar las piernas frescas y a tono.
Esta mañana me he despistado un poco a la hora de salir (visto el cambio de temperaturas de ayer) y me ha costado decidirme por el "modelito" de hoy, y según miraba la web meteorológica mas dudas me creaba, y todo esto para terminar saliendo como ayer. Ya podeis ir imaginando que en la primera cuesta me sobraba la mitad de la ropa, pero como hay que ver vaso medio lleno, he pensado "este entreno me servirá para habituarme a correr con calor, por si el día X, se levanta un día de 40ºC (que esa es la sensación térmica que sentía en ese momento).
Me ha costado coger un ritmo pues las piernas las notaba agarrotadas, y la respiración un poco alocada, pero pasado la mitad del entreno, únicamente sentía calor e incluso casi terminando la sesión de hoy he llegado a fantasear bebiéndome un zumo fresquito e incluso he suplicado para que descargara una tormenta de agua sobre mí. A parte de ello me notaba demasiado vivaz para lo aturdido que me he levantado, incluso he llagado a dudar al mirar el "chino" y ver la distancia que había recorrido hasta entonces (creo que el garmin quería tomarse la revancha de ayer).
Al final contento pero con el tiempo pegado para toda la mañana.

12,67 en 1:08:34 con 152 ppm (1º km en 6:13) 10 ºC / Ride 2

Esta mañana me he levantado con tiempo, las molestias de la planta del pie casi han desaparecido pero a estas alturas, cuando no te duele una cosa es otra. El problemas de uñas negras sufrido hace unas semanas se ha agravado y al terminar el entreno de hoy me dolían los dedos anulares –¿si se puede trasladar los nombres de los dedos de la mano al pie?–. Creo que la uñas terminarán por caerse.
Bueno, al salir el termómetro marcaba 8 ªC, y yo vestido de invierno. Me he bajado a la Ribera para realizar un entreno regenerativo, pero aburrido del circuito he seguido la ribera hasta el puente de los franceses, cuando me he dado cuenta habían pasado 9 minutos y el "chino" seguía perdido, y me daba un mensaje "En este momento. ¿se encuentra en el interior?" –joer, pero que interior!!", más tarde he oído al garmin marcar los primeros 1.000 metros; al mirar he comprobado que habían pasado 15 minutos. De forma lunática he empezado hablar con él: "¡¡ya esta bien que te presentaras!!", "¡¡un día de estos te quedas en casa!!", etc..., mientras increpaba a mi compañero, inconscientemente he acelerado el ritmo; quizá buscaba recuperar el tiempo, o quizá empiece a notar en mis piernas las ventajas del entreno y los ritmos suaves de entreno hayan pasado a ser lentos. Durante el entreno la conversación ha seguido cada vez que marcaba un mil y comprobaba si me iba de tiempo para volver a casa.
Al subir a casa el "chino" me ha anunciado "no se encuentra red" y mientras lo apagaba le decía "Espero que mañana te porte mejor!!!".

10,71 km en 1:08:15 con 139 ppm (1º km en 15:05) 8ºC / Jazz 12

Hoy que el límite de velocidad se reduce a 110 km/h y que está produciendo tanta discusión durante estas semanas. Os dejo un vídeo para que reflexionéis que consecuencias puede producir la velocidad y que sentido tiene ciertas discusiones inútiles.

Qué es la Bici Crítica

La Bici Crítica madrileña es la masa crítica de Madrid.
Es una organizada coincidencia, un pelotón sin cabeza, una celebración mensual.
Los últimos jueves de cada mes, se junta un número variable de ciclistas urbanos en la plaza de la Cibeles, Edificio Correos, a eso de las ocho de la tarde, y se hace un recorrido todos juntos, siguiendo unas ciertas normas. A eso de las 10 de la noche ya estamos de vueltas (se le suelen dar varias a la diosa) en Cibeles.
Frecuentemente tras el paseo nos juntamos unos cuantos en algún sitio para seguir charlando, o para organizar alguna acción, o para ver todos juntos un vídeo ciclista.
Como se trata de un colectivo sin lideres, ni jerarquía, solemos comunicarnos a través de una lista de correo. Ahí se proponen recorridos, se discute, se convocan otras acciones, se preguntan cosas, se responden, se anuncian los nuevos volantes, etc.

El pasado 25 de febrero, en Porto Alegre, en el transcurso de una bici-crítica un loco impaciente, irrespetuoso y seguramente un perturbado; sino un demente. Aceleró por una calle llevándose por delante a cualquier ciclista que se pusiese por delante, y no me entra en la cabeza como un "hijo de pu.... como este" puede llegar a ese punto, y menos como la noticia salto a los telediarios como un suceso espectacular y no como una tragedia.
Hace una semana de vuelta a Madrid el coche que llevábamos delante piso una piedra y la impulso contra el luna del coche, el impacto fue diminuto pero sonó en el coche como si nos hubiese caído encima un elefante. Por ello no llego a comprender como un ser humano puede acelerar su coche y quedarse indiferente al oír el impacto de personas y ciclos contra su coche y menos al oir el grito de alerta y alarma.
El vídeo es fuerte y no recomiendo verlo completo a aquellos que pueda herir su sensibilidad. Pero considero que sería más insensible no mostrar las consecuencias que se producen después de un accidente, la incertidumbre, la duda de aquí le habrá tocado, la inseguridad y el desamparo posterior.
Pero ante todo el sentimiento de impotencia y rabia que supone la lucha del fuerte contra el débil.




http://bicicritica.ourproject.org/web/node

Hoy tocaba prolongar la tirada hasta las dos horas continuas de carrera. Al despertarme me he sentido adormilado, aturdido y algo cansado, en mi cabeza revoloteaban dos personajilos disfrazados (es la época) de ángel y demonio intentando despistarme y que la pesadumbre se apoderase de mí, guiada por la incertidumbre.
Al llegar a la cocina descubro que mi queridísima madre me había tomado la delantera y me esperaba con las manos en la masa; quiero decir con la masa de la empanada, el pan de la torrijas, el sofrito de de las verduras, la carne y la salsa para la comida, etc... Al ver tanta comida solo he podido decir: "¿Te has bajado a la calle y has invitado a comer a todo el que pasaba?"; ¡¡No, si esto es solo para vosotros!! contesta ella sonrojada. Mientras que desayuno la contemplo, preparando el desayuno, la comida, los preparativos e incluso la cena para todos, y como le pone el cariño y la dedicación para que estemos a gusto y de esa forma volvamos a casa cuanto antes.
Bajo ese calor maternal se hace difícil abandonar la estancia y cambiarme para afrontar el entreno largo y en solitario, después de deambular por casa de arriba a bajo esperando que una fuerza divina me diera un soplo de impulso para afrontar la tirada, me decidí a salir media hora mas tarde de lo esperado.
Ya en la calle y con el sol de fuera me dirigí al circuito tradicional de la circunvalación, al llegar al parque rural inconscientemente di la vuelta de reconocimiento por si había alguien del club, pero ellos iban dirección Ciudad Real, tomé como la semana pasada dirección puente de renfe, las primeras sensaciones demasiado buenas, el kilómetro 3 lo marca el chino en 4:59, y pienso que de esa forma no llego a las 120 minutos, y levanto un poco el ritmo, me percato que sudo más de lo normal y eso me hace estudiar la posibilidad de que el aire sople de culo, por lo cual pienso que hay que dejarse de ser prudente y ponerse a prueba de verdad retomando el ritmo original, al girar en el puente observo que el aire viene de frente pero como la semana pasada no es todavía fuerte y decido continuar el ritmo y hasta donde llegue. Los primeros kilómetros son llanos y sirven de calentamiento, pero después hay que afrontar todos los puentes que servirán para castigar a las piernas y no acostumbrarnos a la llanura manchega. Los primeros 10 kilómetros los paso rápidos (51:12) y las piernas las noto algo cansadas, pues había perdido la costumbre de entrenar a este ritmo, me encuentro bien e intento aligerar un poco para ver que pasa, llegando a la rotonda de la carretera de Villarrobledo noto que el aire se vuelve mas fuerte o que las fuerzas flaquean algo, pero al girar y volver en sentido contrario siento cierto alivio y recupero aire para afrontar los próximos 4 puentes que quedan. El sol empieza a pegar de lleno y empiezo a sentirme empapado pero noto con fuerza el aire en la espalda y prefiero ser prudente y no despojarme del cortaviento por si el sudor me juega una mala pasada; continuo con ritmo vivo hasta el descenso el segundo puente del "camello" (18 km en 1:31:33) y afronto la parte final con un aire de cara, al igual que nos hidalgo caballero; sus molinos se convierten en mi caso en un ciclón que sopla frente a mí, me lleno de paciencia e intento no abandonar aunque compruebo que las piernas me piden descanso, miro al fondo y la recta de vuelta a la glorieta se hace eterna, al fondo veo a alguien de rojo y me animo diciéndome haber si me aproximo a él, y llegando me encuentro de frente a Santiago que sigue trotando y debo llevar cara de cansado pues me dice que no pare, al llagar al parque suena las dos horas y paro para beberme de un trago la mitad de lo que quedaba en al botella; me tomo un respiro y vuelta a casa descalentando.
Al subir a casa, me rodean olores deliciosos que me conducen directamente a la cocina, donde seguía mi madre preparando cosas, me dice que vuelvo hecho polvo, pero casi no la oigo pues solo tengo ojos para las torrijas, y le contesto que eso es la mejor fuente de energía llevándome una a la boca. Ya saboreándola me doy cuenta de que su trabajo está mejor hecho que el mío.
Está claro, me ha ganado por goleada.
23,45 km en 2:00:07 con 164 ppm (1º km en 5:34) ? ºC / Triumph 7

El paso por kilómetro a salido así: 5:34 (1); 5:14 (2); 4:59 (3); 5:08 (4); 5:05 (5); 4:58 (6); 5:01 (7); 5:13 (8); 5:01 (9); 5:01 (10); 5:16 (11); 4:58 (12); 5:06 (13); 4:56 (14); 4:56 (15); 5:02 (16); 4:55 (17); 5:01 (18); 5:23 (19); 5:27 (20); 5:21 (21); 5:28 (22); 5:07 (23)

Salida tranquila intentando recuperar las piernas para mañana que toca hacer la tirada larga de dos horas, con las dudas de saber si aguanto y que conclusiones saco.
Me tocó madrugar otra vez, aún siendo sábado, había que correr antes de viajar al pueblo, en el fin de semana de comienzo de Carnaval, es difícil encontrar un hueco para salir a correr sin apartarte algo de la vida social, por ello para disfrutar de todo hace falta sacar horas de donde se puede, es decir de sueño.
Era algo más tarde que el horario semanal pero se notaba algo distinto, las ribera estaba desértica, la gente no paseaba a sus perros y algún despistado trasnochador volvía a casa buscando un atajo. Me ha costado coger un ritmo y tengo que reconocer que incluso a mitad de entreno he notado molestias en el píe y pensado varias veces abandonar el entreno con la excusa de la molestia, pero realmente era por lo incomodo que me encontraba corriendo, lo que ayer era júbilo hoy se ha convertido casi en tormento; y digo casi, porque hay una cosa que me ha hecho recuperarme y es ver amanecer. Ver romper el día ha sido un soplo de aliento y una distracción, pues acostumbrado a la noche y la oscuridad de las calles; ver asomarse al sol por detrás del puente de Toledo, con sus tonos rosas y naranjas, realizando sombras chinescas mientras jugaba con las nubes ha sido una delicia. Una delicia ver la luz y como le ganaba la partida a la oscuridad. Una delicia volver de día.

11,92 km en 1:09:34 con 141 ppm (1º km 8:43) 5 ºC / Triumph 7

Algunas mañanas uno se levanta animado, ilusionado y afronta el entreno con seguridad; luego los resultados te colocan en el lugar que mereces y te vuelves a casa con la justificación de haberlo intentado. Sin embargo existen otros días de los cuales no esperas nada, haces lo que haces por rutina y con la sensación de hacerlo obligado y quizá por ello salen como salen; es más lo puedo expresar con el grito que he dado al terminar la última serie: "de pu... madre".
Me he despertado unos minutos antes de que tocase el despertador (ya me echo al horario), y temía la respuesta del pié, pues anoche me molestaba cuando me acosté; e incluso acostado creo que entre sueños el pié izquierdo, se quejó por envidia de los mimos dados a su pareja. Con estas me he levantado he mirado como todos los días el tiempo y he salido deprisa intentando perder el menos tiempo posible para no tener que correr el resto del día. Al salir a la calle noto un aire frío y como siempre he descendido hasta la Ribera del Manzanares, ya allí me he percatado que había olvidado por las prisas el Ventolin®, y me he dicho, lo intentaré pero con prudencia. Al terminar el calentamiento, había que empezar las series, estaba todavía frío y me ha costado arrancar; al marcar el primer kilómetro me he asustado 4:45, y sin embargo las impresiones no eran esas, la respiración iba bien y la zancada era normal, inconscientemente he levantado el ritmo temiendo que acabase ahogado y abandonando el entreno antes de tiempo. Suena el final de la priemra serie, paro el "chino" y compruebo 14:46 –¡no acabo el entreno!, he pensado–. La segunda serie me cuesta, la fina lluvia que había empezado a caer es más intensa y el aire da de cara, lo que afecta a las piernas, que las noto heladas, sin mirar el reloj en toda la serie compruebo al final que he superado la anterior y que no noto cansancio y la lluvia ha facilitado la respiración, descanso los 90 segundos reglamentarios y me lanzo a por la última, el pié no protesta, no me falta aire, la lluvia remite y me siento bien, es una de las series donde más he disfrutado, no he pensado en nada, iba tranquilo sin agobios del reloj y terminando con las piernas cansadas pero sin haberlo dado todo y al parar no me lo creía, y tenido que gritar.
No he sufrido, los tiempos no son malos, se comprueba cierta mejoría y la vuelta a casa ha sido tranquila pero pegando saltitos de felicidad.
Hay entrenos que no quieres que acaben.

3,74 km en 0:24:12 con 136 ppm (1º km en 8:22) 3 ºC / Triumph 7
+
3 x 3000 (1º: 14:46 con 155 ppm; 2º: 14:23 con 162 ppm; 3º: 13:44 con 168 ppm)
+
2,3 km en 14:12 con 153 ppm; total = 15,04 km


Ya tengo la inscripción y el hotel reservado para disfrutar de un buen fin de semana en tierras segovianas. Me pierdo el cumpleaños de mi tía Hortensia; ya veremos que cara se le queda cuando se lo anticipe este próximo "finde", y más con la cara de ilusión que puso el pasado domingo cuando salió el tema de la celebración.
Espero poder regalarle un buen tiempo, aunque ella no sepa reconcer el esfuerzo (hay que ser un poco egoísta para decir esto, no!!!) y sino compraré algo típico segoviano, !! Un acueducto !!!

Para mimar a el pie he cambiado el día de entreno, y en lugar de hacer series que corresponden al miércoles, lo he sustituido por las típicas cuestas de los viernes. Me he levantado algo preocupado, pues al pisar el suelo a levantarme he notado molestias, pero la ilusión de estrenar zapas ha ganado a la inquietud del dolor. Sin haberlas probado antes, me he calzado las Triumph 7, me he colocado el cortavientos y he saltado a la calle haciendo ruido (el típico de la goma de la suela al estar impoluta). Las primeras impresiones son muy buenas, la parte de la planta del pie va muy protegida y casi no noto molestias, el talón flota con el contacto del suelo, pero quizá parezcan algo pesadas, pues a las piernas le cuesta acelerar el paso; o quizá sea la acumulación de cierto cansancio.
Al llegar a la cuesta de San Vicente, era hora de probar y certificar las gratas impresiones recibidas durante el entreno, en el tramo fuerte de la subida dejé caer el peso sobre las plantas del pie para no perder velocidad y el pie respondió perfectamente. De vuelta a casa se perfilaba una mueca sonriente que no podía disimular. Estoy encantado con el nuevo juguete.

12,58 km en 1:10:04 con 144 ppm (1º km en 5:52) 4ºC / Triumph 7

Hay veces que el instinto te dice una cosa y sin embargo te dejas llevar por internet, al levantarme y estar el tiempo tan juguetón, he mirado en Accuweaher, el tiempo marcaba -1ºC, y como se estaba equivocando estas semanas en 4 o 3 grados, pues ni corto ni perezoso me he plantado en la calle con dos camisetas, un chubasquero, los guantes, la braga del cuello y el gorro. Pero al doblar la esquina me encuentro los 4ºC que marcaba la marquesina.
La idea era correr tranquilo, tomármelo como un entreno recuperador, seguir sumando asimilar los cuatro entrenos seguidos y evitar que las molestias de la planta del pie vaya a más. Además con la cantidad de ropa que llevaba no era difícil sudar, lo cual me ha servido de termómetro, en cuanto me sentía agobiado baja el ritmo.

10,29 km en 1:06:07 con 130ppm (1º km en 11:39) 4ºC / Jazz 12

Os dejo un vídeo de Lance Armstrong, donde comparte una sesión con un grupo de fixier's, disciplina basada en bicicletas de pista, donde solo existe un desarrollo (un único plato y piñón) y no hay frenos (normalmente). Lance no es un personaje al que admire (el que este libre de culpa que tire...) pero es de los pocos que sienten la bici en cualquiera de sus disciplinas y son capaces de practicar cualquier prueba o reto.