Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Esta mañana me he levantado con tiempo, las molestias de la planta del pie casi han desaparecido pero a estas alturas, cuando no te duele una cosa es otra. El problemas de uñas negras sufrido hace unas semanas se ha agravado y al terminar el entreno de hoy me dolían los dedos anulares –¿si se puede trasladar los nombres de los dedos de la mano al pie?–. Creo que la uñas terminarán por caerse.
Bueno, al salir el termómetro marcaba 8 ªC, y yo vestido de invierno. Me he bajado a la Ribera para realizar un entreno regenerativo, pero aburrido del circuito he seguido la ribera hasta el puente de los franceses, cuando me he dado cuenta habían pasado 9 minutos y el "chino" seguía perdido, y me daba un mensaje "En este momento. ¿se encuentra en el interior?" –joer, pero que interior!!", más tarde he oído al garmin marcar los primeros 1.000 metros; al mirar he comprobado que habían pasado 15 minutos. De forma lunática he empezado hablar con él: "¡¡ya esta bien que te presentaras!!", "¡¡un día de estos te quedas en casa!!", etc..., mientras increpaba a mi compañero, inconscientemente he acelerado el ritmo; quizá buscaba recuperar el tiempo, o quizá empiece a notar en mis piernas las ventajas del entreno y los ritmos suaves de entreno hayan pasado a ser lentos. Durante el entreno la conversación ha seguido cada vez que marcaba un mil y comprobaba si me iba de tiempo para volver a casa.
Al subir a casa el "chino" me ha anunciado "no se encuentra red" y mientras lo apagaba le decía "Espero que mañana te porte mejor!!!".

10,71 km en 1:08:15 con 139 ppm (1º km en 15:05) 8ºC / Jazz 12

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