Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Hoy tocaba entreno relajado para recuperarse de la sesión de ayer, y en cuanto me he levantado he sabido el porqué. Aparte de las legañas, las piernas me pesaban enormemente, me costaba levantar las rodillas y me sentía como si me hubieran pegado una paliza.
Durante los primeros 12 minutos he corrido un poco preocupado, porque el cardio marcaba 174 pulsaciones, al principio he pensado que estaba un poco despistado pero según pasaba el tiempo las pulsaciones no variaba en exceso y mi ritmo era cada vez más lento, incluso me he dicho "ésto es una señal para volver a casa", sin embargo he comprobado que poco a poco volvía a un pulso más o menos normal, me he tranquilizado y he seguido con el entreno. No tenía pensado salir de la ribera y poder volver a casa pronto, pero las piernas pedían terreno blandito y mi cabeza necesitaba un cambio de escenario, por lo cual, con las primeras luces del sol me he introducido en la CdC, el terreno estaba algo duro pero permitía correr cómodamente y aunque las previsiones eran temperaturas altas yo no sentía calor, además el termómetro marcaba 3ºC a la hora de salir, y eso calor no es. Pasado un rato he vuelto a casa con las mismas ganas con las que me fui. El aumento de kilómetros y de ritmo empiezan a pasar factura.
Además tocaba viaje al pueblo, con la intención de dar una "Sorpresa!!!" y viendo las caras emocionadas de mis padres al vernos cuando han llegado a comer, creo que lo hemos conseguido.

11,03 en 1:09:32 con 143 ppm (1º km en 8:16) 3ºC / Triumph 7

0 comentarios:

Publicar un comentario