Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

El sábado descansé, decidí no poner el despertador, y mientras desayunaba, cambié de planes y volví a tomar la bici como compañera de jornada. Debido a que salí tarde e intentando no cargar demasiado al cuerpo, me lo tomé con cierta tranquilidad e intentando pisar el asfalto lo menos posible, pues el terreno estaba algo blandito, lo que permitía jugar con los senderos y olvidarme de subidas u fuerza. Además disfruté viendo los colores otoñales de las hojas de los arboles y es que en estas fechas la CdC está muy bonita y como estas al caer tiñen los senderos de amarillos y ocres vivos.
En total: 32,62 km en 1:32:21 una media de 21,2 km/h

Que serenidad deja, observar y respirar profundamente.


La experiencia exótica del finde de semana fue probar por primera vez la comida japonesa, eso sí, como llevábamos tiempo deseando probarla y nos acompañaba un bilbaíno de pro, que no falte comida, nos decidimos por un menú degustación sin limite de número de platos, empezando con las ensaladas de algas, la tempura de verduras, los rollos, el sushi, los california, siguiendo con los tallarines, los arroces, los nakis, shumais... y no se que más, porque llegue a peder la cuenta de los platos que había probado y ante todo de sus nombres, y gracias a que no mezclé con salsa y pude distinguir si había probado una cosa u otra. Total que nos quedamos sólos en el restaurante intentando dejar lo menos posible de comida sobre la mesa y llevándonos los palillos a casa para practicar para la próxima vez. 

El cocinero es mejor que el fotógrafo.


El domingo amaneció con dudas (aunque la ingesta de hidratos de carbono anoche fue abundante), las piernas las notaba algo cansadas de esta semana y no me apetecía nada volver a salir a correr, por lo que busqué plan para pasar la mañana, sin embargo el cielo empezó a cambiar y volverse más oscuro por lo que observando la climatología, decidí seguir con mis hábitos, calzarme las zapas, ponerme el uniforme y salir a correr como casi todos los domingos; la pega, que el uniforme escogido la noche previa, era para horas más mañaneras, lo que a la larga no me vino mal, pues para evitar quedarme deshidratado, tuve la excusa perfecta para seguir mi plan "casero" de motivación, el cual consiste en bajar el ritmo durante semanas para volver a recuperar la tensión y la adrenalina (ya llegará el momento en el que el cuerpo pida una carrera para soltarla). Pero como la motivación es baja estuve en más de una ocasión de abandonar al observar que las nubes se alejaban y la idea de refrescarme se esfumaba; habrá que recurrir al "chino" de vuelta a casa para hidratarme.
Total running: 8,86 km en 1:00:15 (1º km en 14:21) +17ºC / Triumph 7
Sumando esta semana unos ridículos 21,2 km semanales, !!Para lo que hemos quedado!!!

Os dejo que tengo ejercicios pendientes !!!

Empecemos con un tutorial típico spanish !!!

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