Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

A veces por ser un animal de rutinas; origina no saber administrar ese tiempo de más que se tiene de lo habitual, ello trastoca mis hábitos y mis espacios.

Como de costumbre, al visitar al pueblo, toca compartir tiempo con la familia, amigos y encontrar tiempo para tus aficiones, intentando desconectar y aprovechar el tiempo que no tienes a diario, aunque esta vez me olvide de mi hermana y la familia.
Con un clima que anticipa a el invierno solo apetece sentarte junto a la mesa del comedor y calentarte con el brasero sintiendo cierto calor familiar, mientras que hablas con los padres y ves caer la tarde por la ventana. Y eso he pensado en cada uno de los entrenos de esta pasada semana. También es cierto que es peor pensarlo que realizarlo, pues una vez puestos en marcha, el cuerpo creo que asume que no hay vuelta atrás y se deja llevar, por eso, creo que en esos momentos previos a salir a la calle, calzarte las zapas o vestirse, son definitivos para echar al traste cualquier planificación. Y eso me ha pasada esta semana pasada, es cierto que cuando uno tiene compañía, el frío no es hiela tanto, la lluvia no empapa tanto y la niebla deja ver más de lo que intuimos, pero también es cierto que cuando uno se acostumbra a correr solo cuando comparte entrenos, cuando vuelve a la rutina uno es algo más apático y causa desgana; lo que se convierte en unas de las razones por las que hasta el sábado, la pierna parecía que dolía más de lo que realmente molestaba, que cuando el sol estaba de fuera yo viese chuzos de punta, y que cuando sonaba el despertador yo pensaba que era un sueño y realmente no tenía que levantarme.

Por todo ello después de entrenar días alternos y combinando a los compañeros de fatigas; un día con Pepe y Gonzalo; y el otro con JCarlos e Ismael, el jueves cuando sonó el despertador e intentar levantarme una simple molestia me hizo volver acostarme y pensar que me dolía muchísimo y lo mejor sería descansar que para algo era fiesta; y esto es una muestra de lo que paso el viernes cuando tocaba Gym y después de llegar a casa y llegar la hora de cambiarme me basto un simple ¡¡¡ahhh, que cansado estoy!!! para dejarme caer en el sillón y pesar que si eso, yo, ya.....
Sin embargo el sábado, doble sesión. Me levanté y fui al "poli" para realizar los deberes pendientes y el cambio es abismal, pasas en cuestión de 12 horas, de compartir cargas con el campeón mundial de porteros de disco a saludar al campeón local de levantamiento +65 años, para después liberar al cuerpo de la pesadez y aburrimiento con una sesión suave de una hoilla por la CdC, intentando evitar la lluvia de la tarde, a la cual culpé por no poder quedar con Fernando, por el miedo a que el día siguiente el día amaneciese sucio y eso propiciase dejarle tirado. Por ello me arrepentí un montón cuando el domingo pospuse por la dichosa pereza el entreno del domingo a "salgo mejor a partir de las 12..., quizá mejor por la tarde y termino de ver el cross..., son las 17h y estoy muy bien aquí tumbado... Hasta que pasadas las 6:30, salté del sillón y me fui a correr intentando llegar a los 12 km. Al terminar, cuando volvía a casa me encontré con Fernando, estuvimos hablando un rato, fijando entrenos, fechas y ante todo poniéndonos al día. Estoy deseando que llegue el domingo.


11/12/11 (Run): 11,36 km en 1:04:34 (1º km en 9:55) 8ºC / Triumph 7
10/12/11(Bike): 22,75 km en 1:03:21
06/12/11 (Run): 13,97 km en 1:20:13 (1º km en 6:09) Triumph 7
04/12/11 (Run): 12 km en 1:06:07 (1º km en 5:59) Triumph 7


Miguel Endara, paciencia, paciencia, paciencia...



He cambiado de marca.

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