Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Hoy es sábado, un día especial, pues comienzo las vacaciones y como tengo tiempo de sobra y desaparecen las prisas decido realizar una tirada larga con la bici. Esta vez toca dirección norte; destino Colmenar Viejo. Al igual que la semana pasada me cuesta levantarme y sin darme cuenta salgo tarde de casa, mi primera intención es no sobrepasar las 150 pulsaciones para evitar acumular cansancio y volver más fresco que el sábado anterior.
Pero al igual que planifico, cambio lo planificado, pues pasado el tramo de rotondas y cambios de acera del carril bici que transcurre por Pitis y Montecarmelo, enlazo con el carril bici de Colmenar viejo-Tres cantos, donde coincido con gran cantidad de ciclistas de todas las modalidades. El control de pulsaciones ha ayudado a sentir las piernas frescas y el aire que da de costado facilita ir rápido y descansado, pero tal frescura será la perdición pues unos kilómetros antes de Tres Cantos un biker se coloca a mi lado y me hace una pasada; pero varios metros más allá compruebo que no termina de irse y me animo para ponerme a su rueda y subir las pulsaciones hasta la entrada a Tres Cantos. Pero las pulsaciones han subido progresivamente hasta Colmenar Viejo donde mi liebre ha terminado dándome esquinazo por un sendero que conducía a una gasolinera a la entrada de Colmenar; después de unos minutos y dándome la vuelta a la entrada de Colmenar doy media vuelta y me sorprendo al llegar a la gasolinera con el biker antes mencionado sentado en el suelo a la sombra apoyado sobre una de las paredes. El cansancio hace presencia y el calor aprieta de lo lindo, me siento vacío, necesito un aporte fresquito que me calme la sed y el calor, me desvío en Tres Cantos entrando hacia el pueblo, encuentro un bar y paro el garmin, al entrar me dice la camarera que no tiene ningún bote frio, con lo que me toca dar un buen rodeo hasta encontrar un "chino" abierto. Esta fuerte la sed o la necesidad de algo fresquito que bebo la coke de un trago y me siento algo recuperado según recorre mi estomago.
Dudo durante un momento si tomar rumbo cercanías y montar el tren, pero según lo pensaba observo al fondo las vías y a su vez entrar en la estación un comboy dirección Madrid, pienso que para esperar vuelvo con un ritmo controlado en bici. Pasado unos kilómetros, miro hacia tras y encuentro detrás de mi al bikers, durante unos minutos se mantiene detrás pero termina pasándome comprobando que no hay batalla, por hoy se acabado superar las 160 pulsaciones.
Han pasado las 13 horas y el sol quema la piel de los brazos, sin embargo me encuentro en la zona de Cardenal Herrara Oria y aparecen los arboles los cuales servirán de proteción hasta casa.


Hoy:
66,69 km (22,3 km/h) en 2:59:40 con 155 ppm

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