Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Llevo 15 días parado, aún noto molestias y estoy empezando a dudar realmente si se debe a algunas cosas u otras. Durante este tiempo no he salido ni a trotar, y el cuerpo ya lo noto algo ansioso, me distraigo con facilidad y en ocasiones descubro que estoy moviendo las piernas de forma nerviosa.
Me consuelo con mis viajes diarios al curro y con alguna anécdota graciosa que me dibuje una sonrisa para el fin de semana. La luz del día ya no es la del verano y anochece antes, y con las nuevas normativa de circulación, los ciclistas tienen que hacerse visibles, por eso utilizo por las tardes mi cortavientos amarillo-fosforito acompañado de las luces, tanto delanteras como traseras, en su posición de destello que por ahora no son molestas pues aún no es noche cerrada. Sin embargo hoy sin querer he vuelto algo mas tarde de lo normal, y a la salida de correos he aprovechado un semáforo peatonal en verde para doblar la esquina e incorporarme al trafico y colocarme unos metros más adelante detrás de un coche, unos segundos más tardes el coche ha dado el intermitente a la derecha y unos metros después se ha echado aun lado pensando que era la policía.
Teníais que ver mi cara de perplejidad cuando al pasar a su lado he visto a dos ancianos mirándome asustados, donde sus caras parecían decir: "¿¿Sr. Agente, que norma he infringido???". Es la primera vez que me he sentido respetado en la jungla del asfalto.


1 comentarios:

Buenas noches, ....echo de menos tus entradas
Un beso

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