Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

El tiempo tiene muchas formas de medirse y yo desde hace tiempo decidí dividir los años en periodos de 6 meses, se podría decir que por casualidad, o no, pero coincide con el cambio de hora. Bueno pues desde ayer la bici está aparcada en el trastero y el bono metro en mi bolsillo. La opción de ir al trabajo en transporte público, no me aporta ninguna satisfacción, es más me siento como el personaje de un anuncio de coches de hace tiempo que decía que invadían su espacio vital, y es que en el metro este espacio se reduce a la mínima expresión.
Tendré que satisfacer los fines de semana esa sensación de velocidad y libertad, donde uno es dueño de su tiempo y el espacio vital es indefinido.


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