Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Con la idea de levantarme temprano y con tiempo suficiente para realizar en completo el carril bici me acosté ayer, pero claro no se tiene en cuenta que el calor hace la función de ese vecino que de vez en cuando da por cu... y no deja dormir.
Por ello más tarde de lo previsto me he ido con dirección al Parque lineal del Manzanares, donde buscaría continuar con el anillo ciclista y experimentar la periferia de la ciudad. La primera impresión no es excesivamente buena pues se circula por un desalojado poblado hasta llegar al parque de Entrevias. Terminado esta zona llegamos a la subida prolongada del Parque lineal de Palomeras que circula junto a la Avd. Miguel Henández hasta la Avenida del Mediterráneo donde intenté meter el plato grande y me fue imposible; debido a las constantes obras de remodelación del edificio del trabajo, no he limpiado ni engrasado mi pobre burra. Por ello me lo tomé como una muestra de protesta, por ello circulé el resto del recorrido con plato mediano y tercer piñón como mucho para no aturdir al resto con mi música chirriante de cadena y desviador. Después de varios despistes y pérdidas durante el trayecto que discurría por las zona de Valdebernardo, las Rosas y las Musas; donde ya iba calculando si debería volver o prolongar la marcha hasta realizar el circuito completo (65 km aprox.), en frente apareció el estadio de la Peineta, y me animé, pensando que podría completarlo, pero al mismo tiempo que lo pensaba me encontré con el puente que daba al estadio cerrado; de esa forma nadie podrá despertar el espíritu deportivo del que presumimos.
De alguna forma me tranquilizó, pues como aún sigo sin movil y no le había comentado nada a Luisa de mis intenciones, la vuelta forzosa no implicó ninguna revés, es más creo que reconfortó poder volver sin preocuparla demasiado por el retraso.
Divertida vuelta, las piernas están descansadas, y el trasero se está habituando a estar más de dos horas sentado. El cricuito no esta mal, aunque sigue teniendo el inconveniente de los cruces, la estrechez de la calzada, pero que me está descubriendo nuevos lugares para poder correr cuando retome la actividad "runnera", el calor es excesivo y habrá que madrugar y salir antes, y espero poder encontrar; como era la primera intención, el enlace con el carril bici de San Martín de la Vega.

43,52 en 2:07:23 con 145 ppm


Que mejor forma de refrescarse que con buena fruta.

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