Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Hoy tocaba entreno de 60 minutos en plan tranquilo, de los cuales 30 serían dedicados a fartlek. Pero he tenido que hacer una chapucilla en casa de mis hermanas y se ha echo tarde, a lo que hay que sumar que el calzado de hoy (aunque no era estreno) me ha producido una herida en el talón, por lo que he descartado salir esta tarde. Al volver a casa he intentado perder el menos tiempo posible, encender el ordenador, hacer una cata de Nutella y ponerme con el curso online, para terminar las tareas antes de cenar. Sin embargo en el subconsciente estaba presente la sensación de culpabilidad por abandonar el entreno, y he estado inquieto con el baile de "San Vito" hasta que ha llegado la hora de cena; la cual ha servido para calmar los nervios. Nervios que provocan la acumulación de adrenalina, al bajar los kilómetros y los ritmos en los entrenos, y que intento calmar ante todo con azúcar.
Después cotilleando por internet me he encontrado un vídeo en el blog de mojate-contracorriente, que me ha parecido espectacular y el cual me ha recordado un reportaje del programa "Informe Robinson" que me sigue poniendo los pelos de punta cada vez que lo recuerdo e incluso dependiendo del estado de ánimo, hace que me salten algunas lagrimas, pero el cual hoy no toca hablar.
Aprovechando que estoy en tratamiento de mentalización previo al día X, hoy toca urgar en la palabra compañerismo, amistad, lealtad, camaradería, compadrazgo, fraternización, solidaridad. Pero creo que no os lo voy a contar; no, os lo voy a mostrar (como diría Goyo Jiménez)...


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