Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción


Los expertos en temas de running comentan y escriben que entrenando en solitario, uno llega a conocerse mejor, de esta forma entiendes tus limitaciones, dominas tus esfuerzos y puede llegar a superar gracias ha ello ciertos obstáculos. Pero con el paso del tiempo uno sabe donde está sus limitaciones, y creo que la mía está en entrenar mucho tiempo en solitario.
Por circunstancias llevo demasiado tiempo sin coincidir con nadie para salir a entrenar, y ya lo echaba en falta, por ello este domingo a primera hora estaba despierto (bueno por ese motivo y por unos chavales que han alquilado un local cerca y no han parado en toda la noche), para salir a entrenar con JCarlos después de la baja de Ismael. Nos acercamos a monte de Vadohondo, para disfrutar de una mañana fresquita, con terreno blando y mullido, el cual hacía meses que no pisaba. Después de los habituales ánimos y suspiros profundos antes de comenzar a trotar, y de pasar de los típicos saludo "!Y tu como estás!"; ha llegado el mejor momento de la mañana, donde hemos apartado los ritmos intensos (menos mal. porque sino...) para ponernos al día uno del otro y viceversa. Los entrenos en compañía pasan como un suspiro, pero lo mejor es el parecido que tiene este buen rato con la degustación de un buen vino, y el buen sabor que deja por mucho tiempo.
Como dice un buen amigo, "¡Gracias Friend!", por dejarme acompañarte.

Ah, me olvidaba:
14 km en 1:16:37 (1º km en 5:58) y sigo sin pulsaciones (a io cual me estoy mal acostumbrando)

Y el 21/10/2011
8,3 km en 0:50:24 (1º km en 8:37)

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