Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Ayer Luisa encendió la tele, nos disponíamos a ver la nueva temporada de La 2 –como somos animales de costumbres–, con mucho interés esperábamos algunos de nuestros programas favoritos como son La2 Noticias y Tras la 2 [Miradas 2; Zoom net; zoom tendencias; Cámara abierta 2.0], presentados (no me atrevo a decir dirigidos) por Mara Torres y Carlos Del Amor, respectivamente. Mara Torres conduce un telediario que calificaría de distinto, donde se da importancia a las noticias que tienen poco espacio en cualquier otro telediario; noticias con un carácter solidario, humano, que buscan la sensibilidad del espectador en un ambiente relajado, sin prisa para el escándalo; sin buscar la imagen escandalosa; e incluso no hay lugar para los debates insípido y donde la sección de cultura tiene importancia, sirviendo este espacio como preámbulo a Carlos Del Amor.
Carlos también es un joven presentador, nos habla de tú a tú, nos encandila con su voz y se dirige al espectador con sinceridad, mostrándonos nuevos caminos culturales y jugando con un programa que funciona como contenedor de tendencias y cada día cambia para no caer en la rutina, e intentando actualizar a los nuevos tiempos el concepto televisivo. De este último espacio nosotros descubrimos gratamente dos obras de teatro que nos fascinaron: "Glengarry Glen Ross" y "Una obra por terminar" (de esta última hablaré algún día); por ello, esta noche esperábamos con un bloc de notas; después del descanso veraniego esperábamos este espacio con cierta ansiedad.
Pero la nueva temporada trae cambios, el principal el presentador y con esta variación la primera decepción, después el del formato mas rígido y clásico; después de unos minutos mi curiosidad descayo llegando a desconectar durante un largo tiempo, hasta que empecé a escuchar una voz que procedía de la televisión, esa voz me era conocida y aunque miraba la pantalla no conseguía distinguirla, poco a poco fui prestando atención al reportaje, éste trataba de Chillida y su obra "El peine del viento" y con el desarrollo del reportaje llegue a distinguir esa voz. Se trataba de de Juan Carlos Ortega, este "personaje" no dejará de sorprenderme, ha conseguido extrapolar su loco espacio en "La ventana" en un cuento visual ("La mitad invisible"), donde los personajes anónimos se convierten en artistas y el artista protagonista se trasforma en humano rodeado de sus dudas y de necesidad de rodearse de gente anónima e imprescindible. Simplemente genial.



La mitad invisible (20/09/10): El peine del viento, de Eduardo Chillida


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