Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción


En fechas como las de hoy, se repiten los mismos comentarios en prensa, radio y televisión, ¿Dónde estabas?, ¿que hacías?, ¿cómo reacionó?
Hoy, once años atrás, yo tengo dos recuerdo, uno estar sentado enfrente del televisor, comiendo como cuando uno va al cine; y el segundo, sentados en una terraza, comentábamos los sucedido a mediodía, y todos especulábamos sobre las repercusiones que produciría los atentados. En un lado de la mesa se encontraba mi hermana Ana, con una barriga inquieta y con una preocupación más directa y personal, y porqué no, real.
Se encontraban con nosotros pues al día siguiente ingresaba mi querida hermana para traer a otra personajilla a este mundo, el cual veíamos algo confuso y asustados. Casi nueve años después, esa personajilla, tiene nombre (mira que le costó decidirse); pero esto lo dejamos para mañana.

Como hoy es un día de celebraciones, en Madrid se celebraba "La Noche en Blanco", como las dos semanas en blanco que llevo sin practicar nada de carrera, apagando el despertador cada día que suena y repitiéndome que mejor mañana. Sin embargo hoy he retomado la bici, con desarrollos largos y con la intención de fortalecer las piernas y no superar de media las 150 ppm. Para celebrarlo, antes de volver a casa, he subido al cerro de Garabitas, para respirar hondo y sentirme libre (a mi manera, claro). Sin embargo, de noche hicimos otro tipo de prueba deportiva y resistencia, nos embarcamos en una gincana cultural; donde todo se mira, se observa y se comenta.
Reflexión: Por qué la cultura se convierte en una fiesta, solo una vez al año ???


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