Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción


Río Manzanares, donde hasta los patos estaban encogidos.

Con la bici el frío se cuela por cualquier parte de la vestimenta y eso te deja helado. Sin embargo tenía ganas de meter fuerza en la piernas, además había quedado con Robert y Ernesto para tomar unas cañas y felicitarnos después de las navidades; lo que ha influido en ir revolucionado durante todo el rato por la sensación de que no llegaba a tiempo.
Ha sido un lujazo volver a reencontrarme con ellos.

34,45 km en 1:42:55 con 149 ppm

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