Un constante billete de ida y vuelta

...que finalizamos.

Tenía mis temores, pues me encontraba con las piernas muy cansadas cuando volvimos ayer por la noche a casa, sin embargo, me desperté tranquilo y relajado, tanto que salí de casa con las mallas al revés (menos mal que no llegué a salir del portal).

Reencuentro con Fernando después de las fiestas de Navidad; después de disculparme por el retraso, ponemos dirección CdC, el terreno se encuentra blando y para mi opinión perfecto para correr, pues no priva de sobre cargar los músculos con el paso de los kilómetros. Sin planificar la ruta, vamos seleccionando el trayecto calculando el ritmo y la distancia para volver a casa sin pasarnos mucho del tiempo fijado para el entreno

Aprovechamos la ocasión para planificar algo las carreras antes del maratón, e intento convencerlo para que la corra; pues no está muy animado, no de participar sino del esfuerzo y el tiempo que hay que sacar para preparar el Mapoma.