Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Estas Navidades no pude salir a entrenar con el club por alguna molestia, y cada semana que recibía un sms de información de entreno conjunto, me ponía de mala leche.
Sin embargo, hoy me he desquitado. A las nueve con la incertidumbre de no saber que ponerme y con los cascos puestos para distraerme del frío, me dirigí al parquing del Vazquez, donde era el punto de reunión. Cuando me encontraba llegando al Vázquez, me recoge Gines y empieza a contarme sus anécdotas de Santa Pola, mientras charlamos, van apareciendo los demás y hacemos grupo, dirigiéndonos después hacia Vadohondo, para rodar por el circuito, durante el trayecto al bosque, J.Enrique y Gines empiezan a ponerme los dientes largos –les queda 2 semanas para Sevilla; y da cierta envidia verles tan ilusionados–, comentan cosas pendientes de los preparativos, los entrenos, las dudas, los tiempos, etc., dudas compartidas, pero que yo aclaro de forma autodidacta.
Al llagar a Vadohondo, nos bajamos algo acelerados, cada uno recuerda el tiempo que tiene de entreno y sin darnos cuenta estamos corriendo dentro del circuito de 7 km señalado en el bosque. Desde los primeros pasos da la impresión de establecerse grupillos, a mi altura queda Román y le pregunto cuanto tiempo va a correr, me contesta que 1:40 y le digo que le acompaño; si aguanto el ritmo. Nos acompaña Gines, y durante la primera hora charlamos (se aprende muchísimo de la experiencia de Román), nos reímos, e incluso saludamos a los Socu-bikes (Fernan y Jorge), el entreno es progresivo y las pulsaciones algo altas al hacer demasiado calor para mis costumbres y sin darme cuenta le habíamos dado 2 vueltas al circuito. Después llegó lo duro, el silencio se hizo patente, las risas se convirtieron en soplidos y el ritmo se avivó; nos quedaba la última media hora, decidimos por donde volveríamos a los coches, pusimos la directa a un ritmo de 4:50 y hasta el final apretando los dientes. Al volver nos esperaban Juanjo y J.Enrique, recogida de bártulos y vuelta a casa.
Terminé contento, me he encontrado bien, aunque un poco alto de pulsaciones, los últimos kilómetros se me hicieron algo largos; pero el entreno deja una incognita, la rodilla izquierda la tengo cargada, quiero pensar que es del golpe del viernes, pero siento cierta molestia.

19,18 km en 1:40:00 con 165 ppm (1º km en 6:05) ? ºC / Ride 2

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