Un constante billete de ida y vuelta

Mi vida la paso entre dos puntos y a veces al despertar no sé muy bien donde me encuentro, si en mi añorada localidad natal o en la queridísima ciudad de adopción

Desde el pasado día 17 han sido varias la tentativas de volver a los madrugones para entrenar, la intención era realizarlos de forma suave, pero cada vez que ha sonado el despertador lo he termino apagando.
El único día que he conseguido salir han sido los dos domingos posteriores al maratón, el anterior con el club y éste último con JCarlos, al cual se lo había prometido la semana pasada al verlo en Vadohondo.
Por lo tanto el domingo al tocar el despertador me dirigí directamente a la ventana para comprobar si Zeus se había tomado un descanso aprovechando que era domingo y a su vez el "Día de la Madre". Un desayuno rápido y escueto, pero dulce; elección de ropa para el entreno y esperar al compañero a que pasase a por mí (me tienen en palmitas)
Con cara de sueño tomamos dirección el monte, para adentrarnos en el bosque, zona habitual de entreno, y en el trayecto de ida aprovechamos para ponernos al día, algo que solo habíamos hecho con breves correo electrónico, por delante quedaban 2 horas para ponernos al día.
La mañana se despertaba radiante, con un sol resplandeciente, el cual añoraba pues es extraño que aparezca estos últimos días, al llagar al monte y aparcar, surgen las últimas dudas sobre si llevar una o dos capas; y unos minutos después tomamos el camino que que sirve de banderín de salida para el circuito de casi 7 kilómetros diseñado entre caminos, senderos y árboles. Comenzamos andando esperando que nuestros respectivos "chinos" se localicen, pero comprobando que estaban mas dormidos que nosotros decidimos comenzar sin esperarlos, el comienzo fue dubitativo, nos miramos y con cierta resignación nos decimos mutuamente "¿Cuando quieras?"
Empezamos trotando e intentamos llevar un ritmo constante durante los primeros kilómetros, los cuales me cuesta coger ritmo y la respiración la llevo forzada, pero pongo la excusa de entrenar hablando, y es que no paramos de hablar de todo lo deportivo, social, humano y espiritual, creo que fue más intenso que el apartado físico.
Terminada la primera vuelta compruebo al "chino" muy despistado, pues habíamos pasado hace un buen rato los primeros 7 kilómetros del circuito y el garmin marcaba 5 y poquitos, con lo cual desconecté mi vista de la pantalla y me dejé llevar por la conversación de JCarlos y las pequeñas historias de Diego; tengo que reconocer que disfruto un montón viéndoles emocionados al hablar del pequeño y como un pequeño gesto puede llenar tanto a los padres.
Terminando la segunda vuelta pienso que quizá he arruinado el entreno de JCarlos, al hacerlo a un ritmo cómodo y casi sin ningún cambio de ritmo, pero el cuerpo no estaba para mucha caña después de anoche y me encontraba cómodo llevando ese ritmo, llegando a la última cuesta a nuestra espalda aparece el coche de JEnrique, con los que nos reuniremos al final. Saludos a los compañeros, a los cuales veo con intención de correr en serio y nos despedimos de ellos volviendo al poblado, lo cual repetí unos minutos después con JCarlos, dándole las gracias por dejarme acompañarle y citándonos hasta la próxima; esperando que no se haga tan larga la espera hasta la próxima.

11,11 km en 1:15:22 con 160 ppm (1º km en 21:12) ?Cº / Ride 2

0 comentarios:

Publicar un comentario